Cerrar

| Crónica | Demolición industrial |

El último adiós a Zorita

Unión Fenosa iniciará el jueves el desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera, que lleva tres años cerrada, con el traslado del uranio gastado en esta planta a un almacén en seco

Fotografía de archivo de la central nuclear

Publicado por
J. V. Muñoz-Lacuna
León

Creado:

Actualizado:

toledo

Cerrar una fábrica y apilar su producción y maquinaria o mudarse de una vivienda recogiendo todos los enseres pueden parecer tareas desagradables y engorrosas, pero en absoluto comparable a desmantelar una central nuclear y limpiar y descontaminar el solar que ocupa. Este delicado y peligroso trabajo lo acometerá la compañía eléctrica Unión Fenosa a partir del próximo jueves, 15 de enero, en la central nuclear José Cabrera de Almonacid de Zorita (Guadalajara), que es de su propiedad. Retirar el uranio gastado en esta planta nuclear que lleva casi tres años cerrada será la primera misión en el complicado proceso de desmantelamiento.

El uranio empleado como combustible en Zorita en sus años de vida -”incluidas las barras de uranio del reactor-” será trasladado a un almacén en seco en una docena de contenedores especiales fabricados con acero y hormigón. Estos contenedores se colocarán sobre una losa sísmica de hormigón de un metro de espesor protegida por un doble vallado de seguridad de cuatro metros de altura. Un proceso minucioso y peligroso que se iniciará el jueves. Según Pablo Díez, director de esta central nuclear, el uranio «se trasladará a un almacén temporal individualizado. Es algo complejo y novedoso en cuanto a los contenedores que vamos a utilizar». Para llegar a este momento previamente el uranio ha tenido que enfriarse durante más de un año en unas piscinas especiales en las propias instalaciones de la central. Cuando el uranio usado quede perfectamente almacenado la desaparición física sólo habrá comenzado.