Diario de León
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León

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TAN cerril como un catequista picudo metiendo el Astete de canto en la mollera de un catecúmeno parece el ateo refractario que no cesa de predicar sus negaciones con turra fatigante. Unos y otros están gastando pasta indecente en estampar sus dogmas en el culo y costado de buses barceloneses, publicidad rodante propia de constructoras o clínicas dentales. Se habla mucho estos días del asunto, escandalizándose algunos de esas campañas ateas y redoblando rezos, velahí, por la conversión del descarriado y del pagano que anega televisiones y costumbres.

Esa campaña ateísta nació en Londres y la copió descaradamente la peña laica catalana por lucir modernez (y buenos fondos). Relativizan el abolutismo de la propuesta publicitaria con un «Probablemente Dios no existe», o sea, metiendo más duda que verdad, lo que se agradece. También «probablemente» sea un dinero tirado y bobo, porque eso ya lo sabe todo el mundo: Dios no existe. Sin embargo, muchos sienten la necesidad de que exista y, entonces, existe, porque la fe, al fin y al cabo, no es «

» sino «

» lo que no vemos, como lo demostraba el francés Gustave Thibon, un inquieto filófoso católico de fuste y preguntón.

Desde el origen del hombre se sintió esa necesidad de que una fuerza superior explicara lo inexplicable de una naturaleza feroz y devoradora. Hacía falta un dios también para superar la muerte prometiéndose un cielo que compensase lo efímero y puto de esta vida, que es un valle de lágrimas con un destino de guerra, de modo que, «probablemente», fue el hombre quien creó a Dios. Además, lo demuestra la severidad de la Ciencia.

Por contra, científicos creyentes emplazan al ateo a que demuestre científicamente que no existe alguna inteligencia que parece envolver y traspasar un universo que en el instante del Big Bang (está demostrado) no era más masa que un balón de fútbol: ¿Qué había a su alrededor?, ¿quién se pasó dándole una patada que lo reventó para que explotara y produjera estas magnitudes astronómicas en las que nuestro fascinante planeta es sólo una cagarruta de ratón?...

Cualquiera optará pues legítimamente entre un Dios o una Nada. Lo jodido son las formas, pues lo mismo que se mata porque no hay Cielo, se asesina en nombre de Dios. Mira en Gaza.

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