Lagunajes y humedales construidos son eficaces depuradoras de aguas

león

Ahora que las administraciones parecen tomar las riendas del tratamiento de las aguas residuales en zonas rurales, el siguiente paso a resolver es el de la adecuada selección de los sistemas de tratamiento. Esta selección depende de las condiciones climatológicas, socioeconómicas, número de habitantes, disponibilidad de suelo o necesidad de reutilización del agua tratada, entre otras.

España es el país con el mayor riesgo de desertización de Europa, y en el que más se está notando los descensos en las precipitaciones y en la disponibilidad de agua. Reciclar el agua residual tratada en las depuradoras es, por tanto, una prioridad. Construir depuradoras que viertan aguas con las máximas garantías sanitarias debería ser un criterio fundamental de decisión a la hora de seleccionar el sistema de tratamiento para un pueblo.

Sistemas naturales

Los sistemas naturales de tratamiento, lagunajes, humedales construidos, filtros verdes o lechos de grava, no solamente ofrecen las mayores eficacias en la eliminación de patógenos, sino también son los más baratos y sencillos de mantener. La Tesis Doctoral realizada por Roberto Reinoso Tapia en el Departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental de la Universidad de León, bajo la dirección de Eloy Bécares Mantecón, comparó sistemas naturales (lagunajes y humedales construidos) y convencionales (fangos activados) en cuanto a su eficacia para la eliminación de patógenos (bacterias fecales y quistes de parásitos), intentando dilucidar los mecanismos responsables de la destrucción de dichos microorganismos.

Comparando los sistemas estudiados en cuanto a su eficacia en la eliminación de patógenos, los lagunajes eliminan diez veces más patógenos que los humedales, pero ambos son mucho más eficaces, eliminando hasta mil veces más patógenos, que los fangos activados. En cuanto a los mecanismos responsables de la eliminación de patógenos en sistemas naturales de tratamiento, la luz es el principal factor debido al efecto germicida de su componente ultravioleta. La sedimentación, la concentración de amonio, y otras variables como el tiempo de retención, el pH o la abundancia de depredadores son también importantes en la destrucción de dichos microorganismos. Los sistemas de tratamiento tendrán, por tanto, mayor aplicación para la reutilización del agua residual en la medida en que favorezcan dichos mecanismos.

Los lagunajes

Esta tesis demuestra que, bajo las condiciones ambientales de nuestra región, los sistemas naturales, especialmente los lagunajes, son los sistemas más eficaces para el tratamiento de las aguas residuales con vistas a la reutilización posterior de sus efluentes. Estos sistemas deberían por tanto potenciarse mucho más de lo que se está haciendo, bien como tratamiento único, o bien como complemento a tratamientos convencionales (fangos activados o procesos de biopelícula). El principal inconveniente de los mismos es su alta necesidad de superficie, mayor en los lagunajes que en los humedales, pero estos últimos presentan el inconveniente de su mayor producción de metano.

Los diseños más modernos de lagunajes eliminan su efecto negativo sobre la producción de metano y algunas de sus variaciones, como los lagunajes de alta carga, permiten tratar la contaminación en superficies comparables a las de un sistema convencional. Los lagunajes de alta carga favorecen además la producción de algas y su potencial reutilización como fuente de biomasa, fertilizante, e incluso biocombustible.

Una adecuada combinación de procesos naturales, o la combinación de procesos convencionales y de bajo coste puede compensar los pros y contras de cada uno y conseguir, tanto el tratamiento eficaz como la máxima capacidad de desinfección con vistas a una segura reutilización de las aguas residuales. Los costes de mantenimiento y la simplicidad de operación les hacen incomparablemente superiores a los costosos sistemas de membranas o caros sistemas de desinfección que a veces se pretenden aplicar a zonas rurales.