Diario de León

Diario de una aventura

¡Cima en el monte Caledonia!

Cumplido el primer objetivo, empieza la segunda parte de esta expedición, sin duda la más compleja y comprometida: queremos explorar qué hay detrás de esta cumbre

Publicado por
JOSÉ LUIS GÓMEZ
León

Creado:

Actualizado:

Amigos, siempre es un placer contaros cuando uno hace cumbre. Y esta vez ha sido en una montaña que nos ha puesto todo tipo de zancadillas. Antes de nada quiero agradecer en esta crónica la labor encomiable de Daniel, Nacho, Matías y Luis Turi. De verdad que se lo están currando como nadie, sin ninguna protesta, acarreando sus pesadas mochilas, que están a punto de reventar. Somos sin duda el mejor equipo posible.

Despertamos tarde, hacia las ocho de la mañana. Nos duelen hasta las pestañas y hay agujetas hasta el músculo más pequeño. Hace un tiempo de perros: niebla, lluvia, agua nieve, viento, y no se ve la cima, tapada por gruesas nubes. El panorama no es nada halagüeño: decenas de grietas que tenemos que evitar, haciendo zig-zag, escalando muy inclinado y rodeándolas. En fin, otro maldito laberinto a sortear. La belleza del paisaje es tan brutal que lo eclipsa todo. Hay témpanos de hielo que se desprenden de algunos glaciares y flotan por el canal de Beagle. Es, sin duda, una tierra fría, muy fría. Alcanzamos unos promontorios de roca y Luis Turi, que realizó la primera repetición mundial en esta montaña, nos dice que estamos muy cerca de la parte alta del glaciar y, por lo tanto, próximos a la cima.

La cordada vista desde arriba es una belleza. Los argentinos van de verde, nosotros de azul y naranja, y todo alrededor es un mundo de hielo retorcido y caótico, con fuertes pendientes.

Es muy extraña esta cima de roca en mitad de uno de los glaciares más radicales que he visto nunca en montaña. Esto nos facilita mucho las cosas y el ascenso es sencillo. Da la sensación que el Caledonia nos ha puesto tantas zancadillas que al llegar a lo más alto del esquivo glaciar te quiere obsequiar con los 200 metros hasta su cumbre más sencillos de toda la escalada. Amigos, ¡estamos en la cima del monte Caledonia! Somos la segunda repetición mundial y eso genera sensaciones increíbles. Lo celebramos por todo lo alto durante una hora y media, hasta que el tiempo empeoró mucho, con fuertes ráfagas de viento que arrojaba literalmente pequeños trozos de hielo. Es momento de descender, llegando al campo II rápidamente. Instalamos el campo, cenamos y preparamos la estrategia de los próximos días. Ahora empezará la segunda parte de esta expedición, sin duda la más compleja y comprometida: queremos explorar qué hay detrás del esta gran montaña. Sabemos por fotografías satélite que existen unos glaciares enormes y las montañas que se alzan detrás no tienen ni siquiera nombres: jamás han sido escaladas y aun menos los glaciares. En definitiva, nunca antes se ha pisado este territorio, no hay mapas, sólo alguna foto por satélite.

Es una ruta ambiciosa que pasa por encontrar una senda para descender al glaciar llamado Armada Chilena. Esto va a resultar clave. Hoy no hemos visto ninguna posibilidad desde la cima del Caledonia de descender. Son paredes y glaciares muy verticales, completamente imposibles, así que hemos decidido rodear el Caledonia por el glaciar opuesto al de hoy y ver si existe posibilidad de descenso, aunque tengamos que emplear todo nuestro material de escalada. Si logramos descender, hay que remontar este glaciar hasta un estrecho collado que está expuesto a la caída de miles de seracs y témpanos de hielo de las dos montañas que lo blindan. Hay que ser rápidos sorteando las grietas y salvando este pasaje tan expuesto y peligroso. Una vez que demos el paso de aventurarnos en este territorio tan abrupto y radical, no hay marcha atrás, tenemos que resolver el enigma de si hay paso o no, porque si no amigos, no tenemos ni idea de qué va a ser de nosotros. Y después nos faltará resolver cómo descender a esta laguna y alcanzar el mar, para llamar al velero por teléfono satélite y que nos rescate en el punto de las coordenadas que demos. Amigos, atentos porque puede ser una de mis más increíbles expediciones. Si lo conseguimos, habremos dejado para la historia un valioso informe de esta zona de la Cordillera Darwin aún sin explorar desde el comienzo de los tiempos. ¿A que suena bien?

tracking