La ex concursante del «Gran hermano» británico con cáncer terminal cumple su sueño de casarse
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Convertida en objeto del voyeurismo general, Jade Goody -”de 27 años y ex concursante británica del programa Gran hermano que sufre un cáncer terminal-” vio ayer cumplido el último gran sueño de su vida al contraer matrimonio con un joven de 21, ahora en libertad vigilada por agresión a un adolescente.
Goody intercambió votos con Jack Tweed, a quien por intervención personal del ministro del Interior el juez concedió un permiso especial para que no tenga que regresar a su casa materna a las siete de la tarde local, en cumplimento de su condena, y pueda pasar la noche de bodas con su mujer.
El enlace de Goody con Jack Tweed tuvo lugar en un hotel de la localidad de Hatfield Heath, en Hertfordshire, al que se prohibió el acceso a fotógrafos y periodistas, salvo los de la revista del corazón Ok! o de la emisora de televisión Living TV, medios a los que la novia vendió la exclusiva de su boda por algo más de 1,1 millones de euros.
El relaciones públicas de Goody, Max Clifford, confirmó ayer a los reporteros que esperaban fuera que la pareja ya era «marido y mujer» y dijo que la novia logró permanecer de pie durante la mayor parte de la ceremonia, oficiada por un obispo episcopaliano, que duró 45 minutos y en la que hubo «risas y lágrimas».
Se sabe, por la información aparecida en los tabloides, que la novia iba con un vestido valorado en 4.000 euros regalado por el dueño de los almacenes Harrod-™s de Londres y que no quiso llevar el velo habitual para mostrar su cráneo calvo por las sesiones de quimioterapia a que ha estado sometida.