El profeta

ESE peregrino atropellado en una carretera de Lugo no era concheiro, sino inquieto andador que alternó idas a Compostela y largas quedadas místicas en la que dicen Tebaida berciana, valle telúrico del silencio que habla. La hospitalera lucense que le acompañó en sus últimas horas nos contó que se le enterró de caridad sin ser identificado y que aún le culebrea un gran temor en la entraña cada vez que recuerda la sarta de profecías que le hizo urgidamente camino del hospital atropellando las palabras. Eran augurios inquietantes. Le dijimos que no nos bromeara. Se ofendió mucho y juró por el apóstol que todo era verdad y sólo decía lo que escuchó en boca de aquel peregrino que se hacía llamar impostoramente Hans Küng, como el rebelde teólogo holandés que tan severamente está alertando de la esclerosis vaticana y su conversión en secta. Seguramente era un visionario o un chiflado, dijo, pero ¿a qué tanto empeño en transmitirle a ella sus precisas profecías?

¿Y qué dijo?...

Que estaba cerca el tiempo de la última verdad, la esperanza y el juicio último... que a la muerte de Benedicto XVI en enero del 2019 le sucederá en el solio pontificio un impensado Papa americano y franciscano que tomará el nombre de Pedro al que nadie se atrevió porque una profecía anuncia ese nombre como el del último Papa... que predicaría el arrepentimiento, el perdón y la bondad de la pobreza en un mundo de caos económico, hambrientos y guerra entre opulentos... que venderá los tesoros de la Iglesia para paliar la miseria material y moral... que inciará y logrará con su ejemplo la unión de las irreconciliables iglesias cristianas y rezará en mezquitas y pagodas conciliando a los creyentes de todo el mundo en la verdad de un Dios de todos... que invitará a las mujeres al sacerdocio para cumplir la voluntad de Jesús que se acompañó de ellas en su vida pública eligiéndolas para manifestarse tras su resurrección... que no tendría residencia oficial y estaría siempre recorriendo el mundo y predicando la fraternidad... que sufriría seis atentados... y que a los nueve años de papado, en el 2028, sería asesinado en un complot de cardenales y chiíes persas, iniciándose después una guerra global de cinco años que será el comienzo de la extinción de la especie humana...

¿Puedo contarlo?, le dije... No sé...