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Cosas de aquí | Una última oportunidad

Un Toyota para mi nieta

Domingo Cristóbal Fontanillo, suscriptor del Diario de León desde hace más de cinco décadas, recibió ayer el último Toyota Aygo que el decano de la prensa leonesa regala por ahora

El gerente de Ordoño Motor, Isidro Fernández, el ganador del Aygo, Domingo Cristóbal, y el director

León

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Incrédulo, sin palabras, admirado ante tal galardón. Así se sentía ayer Domingo Cristóbal Fontanillo, vecino de la capital, cuando por fin recibió -”de manos del director de publicidad de Diario de León, José Antonio Domínguez y del gerente de Ordoño Motor, Isidro Fernández-” el último Toyota Aygo que el decano de la prensa leonesa regala por ahora.

Suscriptor del periódico desde hace más de cinco décadas, decidió participar en el concurso para comprobar si en verdad este tipo de promociones eran ciertas. «Cuando recibí la noticia pensé que se trataba de una broma de algún familiar, pero nada más lejos de la realidad. Ahora mismo el premio supone una complicación aunque estoy convencido de que alguna nieta lo agradecerá», comentaba Domingo entre risas.

Se cierra un ciclo

Con esta entrega, Diario de León cierra un ciclo en el que ha querido premiar la fidelidad de sus lectores regalando un coche cada semana. Una oportunidad de pasar la crisis sobre ruedas en la que han participado miles de personas a lo largo de los meses que ha durado la promoción y en la que tan sólo unos pocos han comprobado cómo sus sueños traspasaban la barrera de lo irreal.

La aventura comenzó el pasado mes de enero cuando Abel Cadenas García se hacía con el primer vehículo bajo la atenta mirada del notario de San Andrés del Rabanedo, Marceliano Cuesta Martínez. Hasta ayer, han sido cuatro los afortunados.

Dirigido a un públcio joven, el Aygo destaca por haberse concebido como un utilitario práctico, funcional y económico, marcado por su inconfundible personalidad, por una calidad de realización por encima de lo habitual en el segmento y por su completo equipamiento. Sus 3,4 metros le convierten en uno de los cuatro plazas más pequeños del segmento. Estas dimensiones una excelente movilidad entre el tráfico, gracias también, a una dirección de asistencia eléctrica de suave manejo, que permite, además, un reducido diámetro de giro, poco más de nueve metros. Delante, la postura al volante es cómoda y razonablemente espaciosa. Una vez en marcha, este portento de Toyota sorprende con un tacto agradable de la dirección y de la respuesta del motor. Sus consumos le sitúan como uno de los motores de gasolina más brillantes en este sentido con un consumo de cinco litros cada 100 kilómetros. «Para nosotros ha sido un placer trabajar junto al Diario regalando ilusión», aseguró Isidro Fernández.