Un estudio constata la escasez de plazas y la carencia de especialistas en los geriátricos
El coste medio de una residencia de ancianos ronda los 1.400 euros
En siete de cada diez centros hay lista de espera y uno de cada cinco presenta alguna deficiencia
Dos personas mayores caminan por los pasillos de una residencia
madrid
Pocas y cada vez más caras. Así es la oferta de residencias para la tercera edad en España, un país en el que cada vez somos más longevos pero en el que resulta más caro y difícil disfrutar de una vejez, digna, segura y plácida. Así lo constata un estudio de Consumer Eroski que analiza 125 residencias públicas, privadas y concertadas en una veintena de provincias.
La media del coste mensual de una plaza se aproxima a los 1.400 euros y no deja de aumentar. La factura en las residencias públicas se ha encarecido hasta un 23% en los últimos cuatro años, aunque en general siguen siendo más baratas y mejores que las privadas. Siete de cada diez de estos establecimientos para ancianos tienen lista de espera. Se observaron carencias de calidad en una de cada cinco -”el 21%-” como que un 35% de los geriátricos carece de médicos especialistas.
El 17% de la población española es hoy mayor de 65 años. Dentro de dos décadas uno de cada cuatro españoles habrá superado la edad de jubilación. La demanda de solicitudes de ingreso en residencias para la tercera edad crecerá exponencialmente en el futuro inmediato. Si bien es cierto que la oferta de plazas no deja de crecer, también lo es que no es acorde la demanda real que en los últimos cuatro años ha pasado de 3,5 plazas por cada cien habitantes a 4,14. Un crecimiento insuficiente, como lo demuestra que siete de cada diez residencias (70%) tengan lista de espera, con una media de 35 personas inscritas esperando plaza en cada centro.
Precios
Las diferencias en las tarifas son enormes. Dependen de que el centro sea público, privado o concertado, de su oferta de servicios, del tipo de habitación que se elija (las individuales son unos 100 euros más caras que las compartidas) y de la salud del residente, que pagará unos 300 euros más de mensualidad si es dependiente.
La tarifa media es de 1.356 euros al mes, frente a los 1.252 euros que se pagaban hace cuatro años. Supone un 8% de incremento frente al 9,4% de subida del IPC en el mismo periodo. En los centros públicos las tarifas han subido un 23%, pasando e los 956 euros del 2005 a los 1.174 de 2009. Aun así, los públicos siguen siendo sensiblemente más baratos que los privados y concertados. El coste medio de una privada roza los 1.500 euros y hace cuatro años superaba por poco los 1.300. Si el residente está en un centro privado, necesita asistencia y tiene habitación individual, su factura mensual se aproximará a los 1.800 euros.