| Crónica | La ecuación noche-coche |
Jóvenes, al volante y con tres copas
Los conductores más noveles beben el doble que los adultos y desconocen por completo los límites de alcoholemia, según un estudio del Real Automóvil Club de Cataluña
madrid
Los jóvenes andan perdidos con la ecuación copas y coche. No tienen ni idea de los límites máximos permitidos de alcohol e ignoran por completo cómo les puede afectar la ingesta de una copa a la conducción. La laguna sobre esta materia es de tal magnitud, según un estudio del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), que uno de cada tres jóvenes cree que con tres combinados pueden conducir sin problemas después de una noche de juerga. Algunos van más allá: el 7,1% dice que puede coger un coche con hasta seis copas.
Todo parte de la falta de información. Consideran que para alcanzar los 0,25 miligramos por litro que marca la ley cuando se sopla en un control son -˜necesarios-™ 4,5 vasos de cervezas, 4,6 vasos de vino, 5,3 chupitos o 4,2 cubatas. «Desconocen que hay una mayor concentración de alcohol en un chupito», apuntó el doctor Francesc Bonet, del gabinete médico del RACC.
Estos «disparates», según el médico también se dan en una menor medida entre los adultos de 33 a 64 años. «Es necesario una campaña didáctica de los límites de según qué bebidas y otra para los conductores de mayor riesgo», comentó Lluis Puerto, responsable de seguridad vial del club automovilístico.
Además, este consumo corto en el tiempo y mucho más contundente que los adultos, influye en la percepción que tienen de la siniestralidad vial. Los jóvenes afirman que el 60% de los accidentes están provocados por el consumo de alcohol, cuando los datos indican de la Dirección General de Tráfico (DGT) los sitúa alrededor del 12%. A pesar de pensar esto, el 28,9% se expone al riesgo de mezclar alcohol y conducción. El 12,3% de la población entre 18 y 34 años ha tenido la sensación de que, en los últimos tres meses, se trasladaba con algún conductor que superaba el límite etílico permitido.
Por otra parte, seis de cada diez jóvenes creen que quedarse a dormir en el coche es la principal medida para rebajar la tasa de alcoholemia. En segundo lugar mencionan dejar de beber una hora antes. «Ni mascar chicle, ni beber aceite, ni chupar caramelos. No funciona nada. Es todo falso», comentó el doctor Bonet.
El único factor que puede minimizar el efecto del alcohol es el paso del tiempo. «La media es una copa por hora», calculó el experto.
Para evitar conducir y superar el límite de alcohol, la primera medida por la que apuestan los jóvenes es evitar cualquier consumo etílico 80,2%.