A LA ÚLTIMA | CONSUELO SÁNCHEZ-VICENTE
La gente se refugia en la casa familiar
LA GENTE está dando en refugiarse en la familia como los animales en el Arca de Noé ante el Diluvio Universal de la crisis, volver a casa de los padres el matrimonio en paro con sus hijos -los dos autónomos, ¿dónde diablos van a ir si no?- sacar a la abuela de la residencia porque por lo privado ya no se alcanza o para arrimar la pensión al cocido familiar. Y tantas mujeres de mediana edad, de nuevo a media jornada cuando hay suerte, o directamente a casa, a su tradicional papel de cuidadora. Hablo de hechos reales que conozco, como los que seguramente ustedes también podrían aportar a esta crónica sin salir de su propio entorno vecinal o familiar. Mareados por las cantidades astronómicas de esas ayudas multimillonarias que sólo parecen llegar de verdad a los Bancos, de los políticos del Gobierno y de la oposición cada vez más gente espera muy poco, y les creen aun menos.
La promesa de no dejar a nadie en la cuneta de Zapatero, reiterada en el acto de apertura de la campaña electoral europea de ayer, está siendo respondida por la realidad: en más de un millón de hogares de nuestro país no entra ningún sueldo, todos sus miembros activos no tienen trabajo, y sin ver el final. Porque de lo que -otra vez ayer- oímos hablar al Gobierno es de alargar los subsidios de paro, un par de añitos más, no de las reformas necesarias para crear empleo. Como si lo que los parados quisieran es cobrar el subsidio cuando lo que quieren es trabajo.
La mancha de grasa del paro se extiende incluso cuando estacionalmente nuestro país siempre ha creado empleo, la Semana Santa, el pre-veranito primaveral, heraldo del sol y playa y chiringuito. Dicen los corrillos de Madrid que los economistas tiemblan pensando en septiembre, que ay de nosotros cuando llegue septiembre, que los peores pronósticos del paro de septiembre se puede quedar cortos en cuanto pase el calor. Sobre Rajoy: pensar que entre la gente progresista de este país pueda calar el zafio discurso de Leire Pajín y de López Aguilar -ella, que el PP disfruta con el paro, él que utilizan las cabezas de los parados como peldaños para trepar hacia el poder- produce escalofríos, pero así es como cree el partido que gobierna que está la imagen del partido que quiere gobernar entre los españoles.