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Discotecas no tan «light»

Son una alternativa al «botellón» y están sometidas a una severa normativa, pero algunos adolescentes tratan de burlarla al introducir alcohol, tabaco e incluso drogas

Cada fin de semana unas 300 discotecas hacen sesiones «light» en España. En la imagen de

Publicado por
Carmen Planelles
León

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Actualizado:

madrid

Cada fin de semana unas 300 discotecas hacen sesiones «light» en España. Es una alternativa al «botellón», sometida a una severa normativa que algunos adolescentes -”14 a 18 años-” tratan de burlar al introducir en las salas alcohol, tabaco e incluso drogas, y que contempla duras sanciones para los empresarios.

Las salas con horario de menores, de 17.00 a 22.00 horas, «son una opción más para los adolescentes, saludable como cualquier otra forma de ocio, siempre que se cumpla la normativa», explica a Efe el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda.

«Lo que hay que proteger -dice- es que no se consuma alcohol, tabaco, ni drogas, que no se fomente la violencia, ni las actitudes sexistas, en definitiva todo aquello contra lo que estamos luchando».

Las distintas legislaciones sobre espectáculos de las comunidades autónomas garantizan, en general, lo apuntado por el Defensor.

Concretamente la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas establece una sanción de entre 30.000 a 600.000 euros a quien venda bebidas alcohólicas a menores de 18 años, o permita su consumo en el local.

Razón suficiente -”dicen los empresarios-” para asegurar que nadie caiga en la tentación de despachar alcohol en estas salas, y que además les obliga a controlar lo que los adolescentes intentan introducir en ellas.

«Es habitual que traten de pasar cervezas en las mochilas o petacas con alcohol. La droga es menos frecuente y una pastilla pasa más desapercibida», explica Juan Antonio Fernández, gerente de la Asociación de Empresarios de Espectáculos, Salas de Fiesta, Discotecas y Ocio (Asfydis) de Madrid.

En Madrid capital, donde tan sólo hay seis discotecas con sesiones para menores, la Policía Municipal hace inspecciones de oficio y otras originadas por denuncias, normalmente de los vecinos molestos por el botellón que se hace en su entorno.

«Los chicos entran y salen continuamente de la discoteca para consumir alcohol, ya que los empresarios tratan de impedir que lo introduzcan en la sala», explica Javier Fernández, oficial de coordinación de menores de la Policía Municipal.

Sanción fuera pero no dentro

El botellón en la vía pública está sancionado, pero la legislación no contempla castigo para los menores si beben dentro.

«Es muy complicado culpabilizar al dueño del local de ese consumo, cuando los chicos y chicas entran con petacas adosadas al cuerpo, sólo detectables con un cacheo que no consideramos adecuado», señala el oficial de la Policía.

En el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, en lo que va de año sólo han recibido una denuncia relacionada con un concurso de minifaldas. El año pasado no se registró ninguna.

En el 2007 hubo siete y en el 2006, ocho, relacionadas con consumo de alcohol, incitación a las relaciones sexuales, striptease integral, problemas de aforo o entrada de menores en horas distintas a las permitidas.

«Son los adultos -”según el Defensor del Menor-” los que ponen de manifiesto los problemas más graves», pero reconoce que la mayoría de las veces «los padres no se enteran». «Hay que tener cuidado -”asegura-” porque el peligro no está sólo en la posible venta de alcohol o pastillas, sino en lo que pasa fuera de la discoteca».

Canalda alerta también de las fotografías que los chicos y chicas hacen con sus teléfonos móviles dentro de las salas y que luego se exhiben en los blogs de Internet.

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