Aumentan los alérgicos que tienen los primeros síntomas en la edad adulta

No es gripe, aunque por los síntomas pueda parecer que se trata del mayor catarro que haya padecido en todo el invierno, unido a un agotamiento general propio de la época estival. Mientras los vegetales desempeñan la función conocida como polinización, necesaria para su supervivencia, los alérgicos sufren una descompensación de su sistema inmunológico que, al entrar en contacto con el polen al que es sensible, se produce una liberación exagerada de histaminas que son las responsables de síntomas como congestión nasal, estornudos, secreción o goteo de la nariz, picor y lágrimas en los ojos, que se presentan irritados e hinchados, oídos taponados y congestionados, irritación en la garganta y sensación de cansancio. «La alergia es una respuesta exagerada del organismo ante un elemento que considera extraño. Esto no quiere decir que quien padezca alergia tenga que limitar su calidad de vida hasta el punto de vivir en una burbuja aséptica, ya que con un correcto tratamiento y prevención, la vida será perfectamente normal», asegura Magdalena Sánchez Lozano, vocal de la Oficina de Farmacia del Colegio de Farmacéuticos de León.

Desde las oficinas de farmacia se realiza una labor preventiva, enmarcada en dos líneas de actuación fundamentales. Por un lado se detectan pacientes alérgicos no diagnosticados, derivándolos hacia el médico; y por otra parte se divulgan las medidas de tipo higiénico-sanitario destinadas a amortiguar el impacto de los alergenos sobre los pacientes. La detección de pacientes alérgicos puede realizarse tanto a través de los síntomas, como por la utilización reiterada y, sobre todo estacional, de los medicamentos antihistamínicos, en especial de medicamentos que no precisan prescripción médica como los descongestivos nasales. En cualquier caso es importante que estos pacientes acudan al médico para realizar un diagnóstico adecuado.

«Muchas personas empiezan a padecer los primeros síntomas de la alergia en la edad adulta, a partir de los 40 y 50 años. En particular, he visto algún paciente que con 70 años debutó con una alergia y hay que insistirles en que acudan al médico a realizarles las pruebas porque no se creen que, a esa edad, puedan ser alérgicos por primera vez», asegura Sánchez Lozano

Aproximadamente el 10% de la población son alérgicos, pero la cifra va en aumento. «El tipo de alergia que más incidencia tiene en nuestro país es la fiebre del heno o alergia al polen, que se nota en mayo y junio, con la primavera como momento culminante coincidiendo con la polinización de las plantas. El polen procedente de la parte masculina de las plantas tiene como objetivo fertilizar a sus homólogas femeninas. Si llega a un lugar equivocado, como por ejemplo la mucosa o el tracto respiratorio del alérgico, el polen libera una proteína necesaria para la fertilización vegetal, pero que el organismo del alérgico no reconoce y para combatirlo segrega Inmunoglubina E (IgE). Si se producen contactos posteriores con el polen, las IgE responden de manera violenta desencadenando alteraciones en las mucosas, en las vías respiratorias y en la conjuntiva de los ojos», explica Sánchez Lozano.

Entre los consejos para reducir los síntomas está el alejarse de los ambientes cargados y con humo.