Actuar con rapidez reduce la magnitud de los incendios

La segunda jornada, de carácter práctico, se inició con una visita al monte «Cerneja», ubicado en la Merindad de Montija, para observar in situ los desbroces de matorral destinados a conseguir pastos para el ganado vacuno y equino, y para hacer cortafuegos.

A continuación se visitó la base aérea de Medina de Pomar, que cuenta con tres helipuertos y una pista de aterrizaje para facilitar el trabajo de aviones de carga en tierra, y cubre las incidencias de esa parte de la provincia.

A ella hay asignado un helicóptero y sus cuadrillas correspondientes, dispuestas a desplazarse ante el aviso de fuego en lo que se llama «despacho automático», es decir, directamente al punto del siniestro, consiguiendo de esta forma atacar el fuego desde el primer momento y tratar de que se quede en conato.

En la base de Medina de Pomar se pudo asistir, además, a una demostración del funcionamiento simulado de un Puesto de Mando Avanzado, cómo se hace uso del material con que cuentan los técnicos, así como el protocolo de actuación, para que cuando el jefe de extinción de incendios considere que el incendio está concluido ordene la retirada de los medios quedando únicamente las cuadrillas forestales encargadas de rematar las últimas llamas y realizar trabajos silvícolas para evitar que se propague.