Un arrebato en botella

Revolucionó el mercado del mencía berciano con un tinto de alta escuela que acabaría convirtiendo en referencia genérica un nombre propio... tanto como apropiado, hasta el punto de que un Cepas Viejas no sólo distingue a quien lo hace, sino a quien lo pide en la barra de un bar o en la mesa de un restaurante. Y construyeron en torno a él una gama llena de sensatez y calidad que acabó conquistando los mercados internacionales y la crítica más fiable. Robert Parker, el prescriptor de vinos más importante del mundo, acaba de calificar el P-3 con 93 puntos, con 91 el Bembibre y con 90 en cada caso el de referencia y el godello fermentado en barrica. El Baltos , su tinto más sencillo, completa la carta de elaboraciones. Ya con intereses también en Rías Baixas (Lusco), Dominio de Tares (DO Bierzo), una de las bodegas bercianas de mayor volumen de producción y la de mayor presencia internacional, se disfrazó de Dominio Dostares para operar en la tierra del prieto picudo, en este caso al margen de la denominación de origen, porque su objetivo aquí son los vinos de pago. Realizó una fuerte inversión en Pajares de los Oteros en la compra de viejas cepas y ahora está a la espera de que concluya el proceso de concentración del viñedo y se despeje el panorama general para concretar su proyecto en una gran bodega. Lo Brysal , Estay , Leione y Cumal constituyen una gama paralela a la de la bodega de San Román de Bembibre. Pero, dentro de ella, fue el Tombú el que causó mayor revuelo, quizá porque su simplicidad, apetencia y presentación abrió el consumo de rosado a bebedores no iniciados. Volviendo al Bierzo, Dominio de Tares acaba de lanzar -”pongamos que la primera elaboración fue experimental-” otro rosado de alta escuela, pero sin precedentes en el proceso, porque nunca se había elaborado un mencía con la técnica del prieto picudo, es decir, el madreo que le proporciona esa agradable aguja del carbónico natural. Más que una idea fue un arrebato. Y como tal debe ser tomado este nuevo Arrebato : desenfadado, fresco, aromático, de bellísima presencia... pero más estructurado y un punto más complejo. Un vino, en fin,

para consumidores ocasionalmente venidos del tinto.