Infecciones por pestivirus en León

El grupo de investigación encabezado por Marcelino Alvarez Martínez, profesor de la Universidad de León, lleva desarrollando, durante muchos años, su investigación en las infecciones por pestivirus en ganado vacuno con especial interés en la epidemiología, clínica, clasificación genética y antigénica de las cepas víricas aisladas y en el desarrollo de pruebas vacunales de campo con diferentes empresas multinacionales.

Las infecciones por pestivirus disminuyen los índices reproductivos y de producción de las explotaciones ovinas y caprinas, causando importantes pérdidas económicas. A pesar de la importancia del sector ovino y caprino español en la Unión Europea, el conocimiento sobre las infecciones por pestivirus en estas especies en España era escaso al inicio del presente trabajo, reduciéndose a estudios serológicos regionales de un número limitado de individuos y rebaños, sin especificar en ningún momento el tipo prevalente en ganado caprino. Por ello se puso en marcha esta investigación cuyos objetivos fueron determinar los principales aspectos epidemiológicos y clínicos de la infección por pestivirus en los ovinos y caprinos y llevar a cabo su tipificación genética y antigénica, con el fin de determinar un correcto desarrollo y uso de técnicas de diagnóstico, así como de poner en marcha medidas para su control.

La Enfermedad de la Frontera, también conocida por su denominación inglesa «border» (frontera), recibe su nombre debido a que se observó por primera vez en la zona fronteriza entre Gales e Inglaterra en 1959. Es una enfermedad de los ovinos, que también puede afectar a los caprinos, producida por pestivirus. La infección posnatal cursa subclínicamente mientras que la infección prenatal deriva en mortalidad embrionaria-fetal y en el desarrollo de efectos teratógenos, manifestándose clínicamente por infertilidad, aborto, momificación, mortinatalidad y el nacimiento de animales con signos neurológicos, deformaciones óseas y pilosas.

En la actualidad, el género Pestivirus de la familia Flaviviridae está integrado por cuatro especies: virus de la Diarrea vírica bovina-1 (BVD -1), virus de la Diarrea vírica bovina-2 (BVD-2), virus de la Enfermedad de la frontera (EF) y virus de la Peste porcina clásica. El virus de la BVD-1 se encuentra ampliamente distribuido mundialmente en el ganado vacuno español.

Difusión. Con el fin de conocer la difusión de la infección por pestivirus en las cabañas ovina y caprina de la provincia de León, se realizó un estudio de identificación de anticuerpos, por Begoña Valdazo González bajo la dirección del doctor Alvarez, lo que dio lugar a una tesis doctoral con mención europea y la publicación de los resultados en importantes revistas científicas internacionales. Se halló que el 53% y el 26% de los rebaños ovinos y caprinos respectivamente tenían animales que habían pasado la infección y que el 18 % de los ovinos y el 6% de los caprinos habían sido infectados.

Los animales persistentemente infectados por el virus constituyen el principal reservorio y fuente de infección. El animal persistentemente infectado es aquél que ha padecido, y sobrevivido a, la infección durante su desarrollo fetal, cuando todavía no es inmunocompetente, y que, al adquirir posteriormente la capacidad de distinguir lo propio de lo ajeno e instaurar la respuesta inmunitaria, toma al virus como de su propia constitución, no responde frente a él (inmunotolerancia) y nace infectado de forma persistente. Los animales persistentemente infectados son virémicos, generalmente seronegativos, propagan continuamente el virus durante toda su vida con las secreciones y excreciones orgánicas y difunden la infección horizontalmente a otros animales y verticalmente a su descendencia. El animal persistentemente infectado suele padecer retraso de desarrollo intrauterino, por lo que con relativa frecuencia tiene menor peso al nacimiento, muestra retraso del crecimiento, puede manifestar signos neurológicos, pilosos y de malformación ósea, y es más sensible a sufrir problemas respiratorios y digestivos, por lo que tiene menor viabilidad y, generalmente, un tamaño inferior a los de su edad.

Como consecuencia de la gran importancia que tienen los animales persistentemente infectados en la epidemiología de la infección, se llevó a cabo otra investigación, en lechazos y corderos sacrificados en dos mataderos de la provincia de León, para determinar la prevalencia de animales que portaban el virus en sangre, encontrándose que el 0.24% de estos animales padecían viremia por pestivirus. Debe resaltarse que la infección no se transmite al hombre.

Signos clínicos. Otro gran apartado de esta Tesis, fue investigar los signos clínicos inducidos por los pestivirus en ovinos pertenecientes a rebaños (de leche, carne y cebo) con infección activa, es decir en los que había animales persistentemente infectados. Los principales signos clínicos observados fueron un aumento de la morbilidad y de la mortalidad en corderos como consecuencia de patología respiratoria y entérica. Así mismo, pero con menor frecuencia, se observó repetición de celo; aborto; mortalidad neonatal; nacimiento de corderos pequeños y débiles, temblorosos o con malformaciones esqueléticas, principalmente en el cráneo (cráneo abombado), la mandíbula (prognatismo o braquignatismo), vértebras y esternón.

El aislamiento y la tipificación genética y antigénica se llevaron a cabo sobre 49 aislados de pestivirus ovinos, ya que no se obtuvo ninguna aislado de pestivirus caprino. Esto permitió clasificar los aislados españoles en un nuevo grupo de la especie del virus de la enfermedad de la frontera. Este nuevo grupo, propuesto como VBD-4, se encuentra genéticamente relacionado con los pestivirus aislados de rebecos de los pirineos, así como con otros pestivirus ovinos aislados en el País Vasco.