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Gente de aquí | MISIONERO EN ETIOPÍA

«Atrévete a cambiar el mundo»

El leonés Ubaldo Valverde llega a Etiopía, en el cuerno de África, para colaborar en un colegio y formar a jóvenes en busca de un oficio.

El leonés Ubaldo Valverde, instantes antes de partir a Etiopía.

Publicado por
V.BURGUETE | REDACCIÓN
León

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Ubaldo Valverde tiene 21 años y estudia derecho y ADE en la Universidad católica Francisco de Vitoria. Esta semana subió a un avión rumbo a Etiopía para colaborar, del 8 al 27 de este mes, en un colegio y formar a jóvenes de la calle para que encuentren un empleo.

En el proyecto de los Salesianos de Don Bosco, ubicado en la capital, Addis Abeba, los voluntarios tendrán que limpiar, ayudar en la cocina, organizar juegos a los niños y enseñar un oficio a los más mayores.

«Como ser humano me siento responsable», afirma Ubaldo. El hecho de que al año mueran 9 millones de personas, de los cuales 6 son niños, «es una aberración», declara.

Ubaldo es consciente de que su aportación para cambiar las cosas es limitada «pero si a la vuelta soy capaz de contaros cómo esta el mundo y la necesidad que hay de cambiarlo, crearemos una realidad distinta», aclara con vehemencia.

Desde su punto de vista, es clave «trasmitir el sufrimiento humano» ya que existen muchas personas con el «cosquilleo» de irse de misiones o simplemente ayudar pero no son capaces de parar el ritmo de su vida diaria, remarca Ubaldo.

Sin embargo, irse a una misión en un extraño país africano no es tarea sencilla. El coste del billete de avión, más los seguros y los medicamentos, corre por su cuenta y asciende a los 1.500 euros. Otro de los desafíos es atreverse con las vacunas del cólera, tifus, fiebre amarilla, meningitis, hepatitis A... completamente necesarias a la hora de viajar a un país subdesarrollado.

¿Por qué en una misión y no en otro tipo de programa? «El sufrimiento y el dolor, teniendo predisposición, puede acercarte a Dios», responde Ubaldo, quién añade que «si tienes hambre espiritual esta experiencia puede llegar a incrementar tu fe».

Él espera que esta experiencia sea sólo el comienzo y a través de ella descubrir su propia vocación. Reconoce que asimilar lo que allí se va a encontrar no será fácil. Etiopía es uno de los países más pobres del planeta y cuenta con datos reveladores de su condición: sólo el 24% de la población tiene acceso a agua potable y la tasa de alfabetización no supera el 35%.

Al despedirse, Ubaldo deja un mensaje: «Atrévete a cambiar el mundo».

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