El Consejo de Enfermería insta a una reforma del sistema público de salud
Este órgano denuncia la temporalidad en unidades críticas sin la especialización que exige la ley y amenaza con querellarse contra el gerente del Gregorio Marañón
La muerte del bebé Rayan, debido a una negligencia hospitalaria, obliga a proceder a una profunda revisión del sistema de salud público español, toda vez que adolece de importantes déficit estructurales. Entre ellos, el incumplimiento de los criterios oficiales en las contrataciones temporales de los profesionales de enfermería, que son asignados a «unidades críticas» sin que gocen de la especialización que exige la legislación vigente. «Estamos yendo contra la propia ley y el Sistema Nacional de Salud es el responsable», denunció ayer el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado.
Jurado criticó el actual modelo de contratación temporal de las enfermeras mediante una «bolsa de trabajo» que se rige por el orden numérico y que no tiene en cuenta «la competencia o cualificación» de los profesionales que son asignados a áreas sanitarias «de especial complejidad». El presidente del órgano colegial precisó que las enfermeras, al contrario que los médicos, no disponen de un curso concreto de formación en la inmensa mayoría de las especialidades -sólo existe para las matronas y en salud mental- a pesar de que la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias así lo demanda.
Responsabilidades. De este modo, la mayoría de las enfermeras, incluso las recién salidas de la Universidad, «entran directamente en un hospital y, desde ese momento, asumen el 100% de responsabilidad plena ante cualquier servicio que presten, sea de alta o baja responsabilidad». Jurado confirmó que la enfermera apartada del servicio por la muerte de Rayan estaba trabajando con un contrato temporal.
Los servicios jurídicos del órgano regulador de la enfermería estudian, además, interponer una posible querella contra el gerente del Hospital Gregorio Marañón, Antonio Barba, por vulnerar el derecho a la presunción de inocencia de la profesional de 23 años que cometió la posible negligencia. Jurado tildó las expresiones de Barba -«terrorífico error», etc.- de «inmorales e indecentes», ya que, a su juicio, «sólo un juez puede pronunciarse de manera tan categórica». Lo que sí admitió es que la muerte de Rayan «supone un punto y aparte para la profesión de enfermería».