Echa vino, tabernero, echa vino y no agua

«Echa vino, tabernera, echa vino y no eches agua; vale más que cante el cuco y no que cante la rana». El cancionero leonés está repleto de alusiones a ese preciado líquido que ocupa un lugar de excepción en todo el ámbito de la cultura occidental. El vino ha venido siendo alimento, bebida, reconstituyente y medicina. Es metáfora y símbolo, tanto religioso como amistoso. En torno a él se cierran tratos y ventas, y actualmente mueve grandes cantidades de dinero, ferias y eventos, y sirve como revulsivo económico para comarcas enteras.

Bebida también emblemática, junto al orujo, de las tierras leonesas, La cultura del vino (segunda parte) es el libro que mañana sábado entrega el Diario dentro de su Biblioteca Leonesa de Tradiciones, escrito por el coordinador de toda la colección, el antropólogo José Luis Alonso Ponga. Las típicas cuevas y lagares, el laboreo de la viña, el moderno enoturismo... están descritos aquí. Y sin olvidar la tradición: canciones («el vino blanco es mi primo,/ el vino tinto es pariente,/ y no hay bodega en el Bierzo/ donde no encuentre a mi gente») y romances, como el del arriero de Bembibre , donde aparece este brindis: «El primer vaso que salga, salga por el arriero, por los Reyes de León y por los Infantes del Bierzo».