Diario de León
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A la última | diego íñiguez

Está en crisis la socialdemocracia? Es difícil afirmarlo, los cambios en la forma de hacer política -el predominio de la comunicación sobre la sustancia, del impacto emocional sobre el largo plazo; la transformación de los partidos en máquinas electorales, controladas por cuadros que los patrimonializan- no sólo le afectan a ella. Su programa se ha realizado en gran medida, es parte del desarrollo social y político europeo desde 1945, pero la consumación le ha dejado triste y exhausta. Se ha hecho conservadora, trata de preservar una vida decente para la mayoría frente a la dureza neoconservadora y al empuje de nuevas potencias que quieren su parte. Quizás espera que la crisis -la mejor vindicación del capitalismo social- le asegure que todo siga como fue.

Pero otros le roban el electorado. En junio, los Verdes fueron el segundo partido en muchas ciudades alemanas, casi alcanzaron a los socialistas -escindidos entre la moderna vacuidad de Royal y la tradición -˜delorsiana-™ de Aubry- en Francia. En Italia parecía que el Partido Demócrata se adelantaba a la americanización, pero el que crece es el partido del ex juez Di Pietro, Italia de los Valores. En Reino Unido, lo que queda del laborismo después de diez años de Blair, New Labour y spin camina hacia el abismo tras un primer ministro que parece asesorado por el profesor Frankenstein.

Debemos mucho a la socialdemocracia, aún tiene destellos -como el Gobierno del PSE en Euskadi-, tal vez sea injusto. Pero la vida lo es, pasa también en el amor: hay que mantenerse al día, inventar nuevas complicidades, mantener el encanto. La burocratización, la rutina, las caras grises acaban con todo. Un día resulta que el electorado se ha ido con otro más atento y divertido. Y entonces ya no vale decir «se equivocan, los votos son míos, soy el de siempre», porque ése es el problema. La solución ya no es un «lifting».Los Verdes lo están sabiendo hacer, también Di Pietro: gente inquieta, que habla claro, con el mundo por horizonte y bicis para andar por casa, que se ocupa de los derechos civiles y la vida en las grandes ciudades, de integrar a los inmigrantes, del derroche presente y un futuro habitable. Se están llevando un voto que fue rojo y no quiere ser gris.

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