Reportaje | maría aránzazu franco martínez. Vocal de alimentación del Colegio de Farmacéuticos de León
Comer en colores
Los científicos han demostrado que muchos de los pigmentos que dan su color a las frutas y los vegetales contienen compuestos que parecen comb
La dieta mediterránea está reconocida actualmente como una dieta equilibrada, sana y saludable, capaz de ejercer un efecto preventivo sobre algunas enfermedades de la sociedad como las alteraciones cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer (cáncer de pulmón, cáncer gástrico y colorectal). Este beneficio para la salud se debe fundamentalmente a su potencial antioxidante atesorado en alimentos vegetales, frutas y derivados de éstos como aceite de oliva y el vino. La mayoría de las recomendaciones dietéticas actuales en los diferentes países coinciden en un aspecto: incrementar el consumo de frutas y hortalizas frescas, para prevenir ese amplio rango de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta.
Se aconseja cinco o más raciones de fruta y/o verdura al día. Entre el aporte de micronutrientes que poseen podemos nombrar el ácido fólico o vitamina B9 (importante durante la gestación, para el perfecto desarrollo del sistema nervioso del feto). Se encuentra en hortalizas de hoja, en el brécol, mandarina, naranja, uva y kiwi.
La riboflavina o B2 es necesaria para mantener el buen estado de la visión, de la piel, cabellos y uñas. También en la regeneración de los tejidos. Está presente en el limón, manzana, mandarina, higo, aguacate, papaya, cebolla y alcachofa.
La tiamina o B1, que juega un importante papel en la transmisión nerviosa, se encuentra en el limón, mandarina, manzana e higo.
La vitamina B6 o Piridoxina (interviene en la formación de la hemoglobina), predomina en la papaya, limón, mandarina, manzana, calabacín y espinaca.
La vitamina A o retinol (fortalece el sistema inmunitario, ayuda a mantener en buen estado la piel y mucosas, favorece la curación de úlceras) está presente en higos y peras así como en calabaza y cebolla.
La vitamina C o ácido ascórbico -”la más utilizada de todas por sus propiedades antioxidantes-” es necesaria para la síntesis de colágeno, con propiedades cicatrizantes. Es conveniente aumentar su consumo en personas que padecen anemia, ya que ayudan en la absorción y por lo tanto en el incremento de los niveles de hierro. Juega un importante papel en la prevención de cataratas y mejora la visión. La hallamos en fresón, kiwi, naranja, albaricoque, mandarina, manzana, piña, pera, nectarina, melocotón, pomelo.
La vitamina E es considerada la vitamina del corazón por su necesidad de mantener este órgano saludable, mejora la salud de nuestro aparato circulatorio. Junto con la vitamina A y la vitamina C forman un grupo de vitaminas antioxidantes.
Otros micronutrientes. Otros micronutrientes son los minerales, entre los que se encuentran el potasio -”con un importante papel en la transmisión nerviosa y en la contracción muscular-”. Está presente en el melón, frutas del bosque y el plátano.
El magnesio -”aproximadamente la mitad del magnesio que hay en el cuerpo se encuentra en el hueso, como reservorio y participando también en su adecuada mineralización. Este mineral lo hallamos en frutas como la cereza, el plátano y la pera.