Los científicos hallan qué gen impide reprogramarse a las células dañadas
Un equipo liderado por la española María Blasco prueba que las células madre pluripotentes se pueden generar a partir de una simple muestra de piel
Un equipo de investigadores, liderado por la española María Blasco, ha descubierto que el gen p53, un conocido gen protector contra el cáncer, elimina también las células dañadas en el proceso de creación artificial de células madre pluripotentes, lo que podría ser de gran utilidad en la medicina regenerativa.
El proceso de generación artificial en el laboratorio de células madre pluripotentes fue descubierto en 2006 por el científico japonés Shinya Yamanaka y este método ha supuesto una revolución en la investigación sobre células madre pues ha dejado obsoleta a su equivalente natural, las células madre embrionarias, cuya obtención presenta grandes dificultades técnicas y plantea problemas éticos.
Las células madre pluripotentes (conocidas como iPS por sus siglas en inglés) se pueden generar a partir de una simple muestra de piel, ha explicado María Blasco, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
El equipo de Blasco ha investigado el papel del gen p53 durante el proceso de reprogramación nuclear. «Cuando una célula presenta daños en el DNA no llega a convertirse en una célula madre pluripotente porque p53 lo impide», según Blasco, quien ha detallado que el proceso de reprogramación nuclear se ve como una «especie de caja oscura», de la que se «conoce el estado de partida y el resultado final, pero no lo que hay entre medias». En este sentido, este estudio, que se publica en la revista Nature junto a otros cuatro sobre reprogramación celular, dos de ellos también españoles, pone de manifiesto qué ocurre durante ese proceso, en el que es «muy importante» el papel del gen p53.
Este gen, ha indicado Blasco, está en todas las células, aunque sólo se activa cuando la célula está dañada, eliminándola.
Es un gen «guardián», es «una especie de control de calidad», en opinión de esta científica, quien ha recordado que reprogramar es «como borrar la identidad» a la célula, lo que permite, después, que ésta adopte cualquier otra identidad a la carta.
Es la primera vez que se conoce esta otra función del gen p53, con la que se garantiza que las iPS resultantes sean células sanas.
«Este gen se podría inactivar de manera momentánea, de forma que pueda facilitar la generación de células pluripotentes en personas que se sabe que es difícil generar este tipo de células, porque tienen más daños, pero habría que volver a activarlo para que eliminara aquellas iPS que tuvieran daño».