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Todos los pendones se doblegan ante la Virgen
El santuario de la Virgen de la Velilla acogió la romería del veraneante con más de un millar de participantes
El santuario de la Virgen de la Velilla, situado en La Mata de Monteagudo, acogió ayer a más un millar de personas que se dieron cita para celebrar la romería del veraneante que organizó, como cada año, la Asociación Cultural Amigos de La Velilla. Los actos dieron comienzo al mediodía con la celebración de una misa en el santuario, para continuar con una comida campestre en el robledal que hay junto al santuario. El tiempo acompañó lo que contribuyó a la masiva afluencia de gente. Tras la comida y la pertinente siesta a la sombra de los robles se inició la procesión con la imagen de la Virgen y el rezo del santo rosario. Mientras la procesión iban avanzando por el camino que discurre entre el robledal, los mozos de los pueblos asistentes a esta romería preparaban sus pendones. Unos colocaban el paño o tela del pendón al mástil. El que iba hacer de pendonista se iba colocando las bandolera de cuero que es donde se coloca la base del mástil del pendón. Los remadores se encargaban de colocar las cuerdas guías o bordones. Con los pendones listos, más de veintena de, se fue formando un pasillo. Las telas se inclinaban mientras los pendonistas y remadores mantenían el equilibrio de los pendones. Con el pasillo ya formado llegó la procesión con la Virgen de la Velilla que iba discurriendo entre este pasillo mientras muchas mujeres y hombres trataban de que las telas de los pendones tocasen la imagen de la Virgen. Fue el momento más emocionante donde la gente se agolpaba para ver una acto que simboliza el respecto y agradecimiento de la gente a la Virgen por su protección. Los mozos fueron bailando los pendones mientras la Virgen se alejaba.
La fiesta continuó con la celebración de un campeonato de bolos y un baile tradicional amenizado esta vez por el Cuarteto Luna. Además durante todo este domingo de fiesta se pudo ver una exposición de manualidades y labores artesanales en la casa del peregrino.