LA GUARDIA CIVIL TUVO QUE INTERVENIR
Los monjes de un monasterio de León salen del país tras ser abucheados
Los vecinos de Rabanal del Camino se oponen a que se remodele la iglesia del pueblo / Paradójicamente, el templo está gestionado por la Junta y no por los religiosos
Los monjes benedictinos del Monasterio de Rabanal del Camino, en León, han salido del país tras los abucheos que recibieron el pasado 15 y 16 de agosto en plena celebración de la eucaristía. Todo ocurrió durante las fiestas del pueblo, cuando los vecinos insultaron a los monjes e incluso fue necesaria la intervención de la Guardia Civil para escoltarles, según han informado en un comunicado los propios benedictinos.
El motivo oficial del abandono del monasterio por parte de los monjes es que han sido llamados a consultas por sus superiores en la Abadía de Santa Otilia, en Baviera (Alemania), hasta donde se han trasladado. Pero la junta vecinal de Rabanal del Camino esgrime que todo ocurrió porque se oponen a la remodelación de la iglesia románica del pueblo, unas obras que, según los monjes, dependen de la Junta de Castilla y León y sobre las que se les responsabiliza a ellos.
Los monjes han lamentado tener que marcharse de Rabanal del Camino, ya que son los que atienden las parroquias que hay en la zona y a los cientos de peregrinos del Camino de Santiago que pasan por esta localidad, por lo que han expresado su "intención de regresar cuanto antes al pueblo".
NO QUIEREN NI VERLOS
Además, han pedido a las autoridades públicas que asuman sus responsabilidades y restablezcan una convivencia de paz y justicia. Mientras tanto, los vecinos del citado pueblo, donde hay censados 46 habitantes, no quieren ni ver a los monjes, según ha explicado el secretario de la junta vecinal, José Antonio Prieto, quien ha argumentado que los religiosos no respetan las costumbres de la localidad.
El problema, según el secretario de la junta vecinal, surgió a raíz la recogida de firmas que se hizo en contra de los cambios que se quieren hacer en la iglesia del pueblo, que no pertenece al monasterio.
"Nos quieren quitar el reloj, el campanario, cortar la plaza y dar más protagonismo a San Benito, que no tenemos nada contra él [pero que no está vinculado con el pueblo]", ha añadido.
NO HUBO FIESTA
A raíz de esta recogida de firmas, según Prieto, los monjes se han enfadado y han eludido realizar, como se hacía tradicionalmente, los actos que se celebran cada año con motivo de las fiestas del 15 y 16 de agosto. Así pues, ni se celebró procesión ni los monjes aparecieron para abrir la iglesia, ha dicho Prieto.
El representante de vecinos, que ha reconocido que ante esta situación la gente "se levantó" contra los monjes, ha negado que se hubieran proferido insultos contra los religiosos. Lo que piden los vecinos es que el Obispado de Astorga (León) les mande un párroco y que los monjes "se queden con su monasterio y sus peregrinos".