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Muere un peatón al caerle encima una mujer que se tiró desde un octavo piso

La presunta suicida tenía problemas psicológicos, según los vecinos

Edificio desde cuya octava planta se arrojó una suicida.

Publicado por
Cristian Reino | BARCELONA
León

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Un vecino de Gavà (Barcelona) de 50 años y de origen ucraniano murió como consecuencia de las heridas que le produjo una mujer que se arrojó desde su casa, situada a una altura de 25 metros, en Viladecans, localidad ubicada en el área metropolitana de Barcelona.

Los hechos ocurrieron hacia las cinco y media de la tarde, cuando la mujer decidió acabar con su vida tirándose desde el balcón de su vivienda, situada en un octavo piso del número 178 de la avenida de la Generalitat de la localidad del Baix Llobregat. Justo debajo, en plena calle, paseaba por la acera un hombre en compañía de su pareja. Ambos acababan de salir de trabajar. La mala suerte y la fatalidad hicieron que el cuerpo de la suicida cayese encima de la víctima, provocándole graves heridas en todo el cuerpo.

La presunta suicida murió al instante, mientras que el hombre fue trasladado al hospital de Bellvitge en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) donde falleció horas después. No pudo recuperarse del fuerte impacto. Su pareja, en cambio, resultó ilesa.

Vecinos del edificio explicaron ayer que la mujer que se quitó la vida, que vivía en el piso con su marido y una hija de ambos de 17 años, había sufrido trastornos psicológicos.

Fuentes de la investigación también barajan esta posibilidad. Mientras, otros residentes del inmueble seguían dos días después de los hechos con el susto en el cuerpo y con una fuerte conmoción tras asomarse por la ventana y «ver a dos personas muriéndose en el suelo, entre una gran cantidad de ambulancias y policías».

Los familiares del hombre estaban destrozados. «Mi hermano salía de trabajar y de entregar un parte y esta señora se lo ha llevado por delante», relató la hermana del varón. Su pareja se salvó porque caminaba justo debajo de unos balcones. Este miércoles apenas podía articular palabra. «Nos quedaban dos semanas para las vacaciones, y mira qué vacaciones». «Mi hermano no tenía ningún problema, mi hermano quería vivir, y ahora pasa esto. ¿Y ahora qué pasa?», exclamó con rabia la hermana.

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