Los horarios españoles son malos para la salud personal y económica
La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles espera lograr un gran pacto nacional que favorezca la conciliación de la vida personal y laboral
La CNRHE se marca como gran objetivo unos horarios más racionales, acordes con Europa.
«Las mujeres, sobre todo las madres, y los niños son los grandes perjudicados» de los horarios españoles, una «singularidad en Europa» que tiene un alto coste personal, social y económico de «menos productividad, más accidentes, más estrés...» La denuncia la hizo ayer Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (CNRHE), que espera firmar en el primer semestre de 2010, durante la presidencia hispana de la Unión Europea, «un gran pacto nacional para un mejor uso del tiempo y unos horarios más europeos» que favorezcan la conciliación de la vida personal y laboral, la productividad, el rendimiento escolar, los hábitos saludables y la igualdad.
Ese gran acuerdo -subrayado al ser anunciado en presencia del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, que ejerció de anfitrión- pretende implicar a partidos, administraciones, organizaciones empresariales y sindicales, medios de comunicación y entidades de la sociedad civil. Y la propuesta formal será lanzada «al día siguiente» del próximo IV Congreso Nacional para Racionalizar los Horarios Españoles, que se celebrará en Valencia los días 17 y 18 de noviembre bajo el expresivo lema de «Conciliando por la igualdad». Una cuestión que, según subrayó Pilar Laguna, vicerrectora de la Universidad Rey Juan Carlos e integrante de la CNRHE, «no debe ser de las mujeres, sino de toda la sociedad».
Si Buqueras había citado a «los llamados niños de la llave» -solos en casa mientras llegan sus padres del trabajo- entre las grandes «víctimas» de los horarios españoles, Laguna remarcó que el tiempo mal empleado «estamos dejando de dedicarlo a nuestros menores, que necesitan calidad, pero también cantidad de tiempo. Y son nuestro futuro». En cuanto a la igualdad, el presidente de la Comisión rechazó como insuficiente la idea de que el varón «ayude» a la mujer. «El hombre debe coparticipar en la educación de los hijos y en las tareas hogareñas, e invitamos a las españolas a que digan basta», remachó.
En el ámbito puramente económico, además, la escasa racionalidad de nuestros horarios se paga cara. «La productividad es la gran asignatura pendiente», denunció Buqueras. Y le dan la razón las estadísticas que señalan que los españoles pasan más horas en el trabajo que la media europea mientras su productividad se sitúa en la zona baja de la UE. «Luchamos contra el presentismo, que es de cultura tercermundista», insistió, y planteó como alternativa «una cultura de la exigencia y de la eficiencia en el trabajo».
El presidente de la CNRHE añadió «otra asignatura pendiente, la puntualidad, que debería ser una exigencia ética» además de ejemplo de buena educación.