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Diario de una aventura

Atascados a 4.600 metros

Ante la imposibilidad de seguir con los caballos y mulas, esperamos a los yaks y a ver si luego atravesamos este gigantesco collado nevado, helado y gélido

Publicado por
León

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Hola amigos. En la ultima crónica estábamos en Paldan, después hemos llegado a un espectacular pueblo de Dolpo. Es la región más grande de Nepal y vive al margen de lo que ocurre en Nepal, las gentes de estos remotos valles casi nunca han recibido ayudas del Gobierno y viven al antiguo estilo tibetano, pero de vez en cuando las guerrillas maoístas de los valles bajos alcanzan estos lugares, de ahí que existan controles militares. Además es puerta de entrada de diferentes collados con el Tíbet y, dado que también están las cosas revueltas, deciden controlar el paso de personas al alto Dolpo. Nosotros tenemos uno de esos pocos permisos que se conceden para poder entrar en estas remotas tierras, casi olvidadas, del Himalaya más profundo. Comenzamos muy pronto a caminar y ya desde el primer momento lo hacemos sobre la estrecha senda horadada en el lago Photsundo. Es casi imposible que puedan pasar las mulas por este estrecho camino de apenas medio metro. Por esta razón los porteadores, cocinero, serpas e incluso nosotros pasamos toda la carga en varios viajes durante el primer tramo de más o menos un kilómetro de largo. Después lo harán las mulas sin carga. Llegamos a un bosque precioso de álamos, pinos enanos y otros arbustos. Encima de nosotros, montañas de 6.600 metros y un valle de corte en uve, donde el sol sólo entra durante tres horas al día. Hace un frío húmedo y endiablado. Al día siguiente empezamos una dura etapa. Tenemos que alcanzar el campo base de nuestro primer gran obstáculo: un collado de 5.400 metros de altura que hay que dividir en dos etapas. Llegaremos a un campo base situado a 4.600 metros. Pero antes abandonamos el valle y nos metemos con decisión en una brecha cortada a tajo de apenas quince metros de ancha, fría, umbría, donde nunca entra el sol, y todo está helado. Por fin alcanzamos el campo base donde la garganta definitivamente se abre y disfrutamos de unas vistas fantásticas: picos de 6.600 metros nevados como merengues, al fondo la garganta por la que hemos subido, a los laterales formaciones calizas, y las laderas de nuestro campo base nevadas. Más arriba vemos el empinado collado por el que tenemos que subir mañana y atravesarlo, pero antes las malas noticias-¦ El dueño de los caballos decide subir hoy mismo con Chiring a ver cómo está el paso de este descomunal collado. Nosotros esperamos con tensión en el campo base y al atardecer descienden agotados y nos comunican que para los caballos y mulas es totalmente imposible ya que del otro lado del collado la nieve es muy espesa, la senda está bloqueada por el hielo y las pendientes son muy fuertes, ningún caballo o mula sobreviviría. Dice que nos tenemos que dar la vuelta y esto significa que la expedición se ha terminado, y que no podremos desvelar los secretos que nos aguardan detrás del gran muro de 5.400 metros que separa el bajo Dolpo del alto Dolpo. ¡No me lo puedo creer! Hablamos largo y tendido los serpas y nosotros y decidimos que se marchen los caballos y nosotros esperamos en este punto hasta que Chiring encuentre yaks en el pueblo de Photsundo, el poblado que está al final del lago a dos días de distancia. Amigos, en la siguiente crónica sabréis si conseguimos los yaks y si después logramos atravesar este gigantesco collado nevado, helado y gélido .

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