Demoliendo

Ahí donde nace montañés el Bernesga hubo de siempre zafarrancho porque es valle de paso, de carretaje y de corretaje con su peaje y su pillaje, pues todo el gran paraje se le metió mano minera, pastorona o ingeniera desde que Roma nos enseñó la maña del ruina montium , montaña rota, o abrir pastos en el bosque a cerillazo limpio. El valle principal parece eso. Los valles laterales en fondo de saco estuvieron, sin embargo, al margen de trasiegos o expolios y conservaron su vida recoleta y peleada con dignidad identitaria hasta anteayer.

Se me escaparon los ojos a estos paisajes y querencias al ver en la prensa el mordisco que le han dado a la vieja casa-cuartel de los civiles en Villamanín... y se ve que se lo dieron con incontenibles, furiosas y apresuradas ganas de derruir, a pesar de la oposición popular a que el edificio sea demolido tan por la cara y tan sin sentido para sacarse de la manga y del solar un jardinete pirulillo, un toquecito marbellí para un pueblo invernal, qué detalle.

Dicen los expertos y los que miden su frente con dos dedos que ese cuartel tiene su respetable singularidad arquitectónica por ser hijo y testigo de un tiempo y de aquellos planes de reconstrucción de la postguerra con cargo al invento de «Regiones Devastadas» del que tanto mamaron los estraperlistas (iniciándose así aquel bachillerato nacional de Corrupciones Aplicadas que nos ha permitido llegar a ser hoy doctores cum laude en pillajes líricos y catedráticos del pelotazo con sillona de alcalde).

Ese edificio es memoria y explica un tiempo, unos métodos y un estilo. Es pieza angular de la estampa urbana de la localidad, esquina inevitable en el recuerdo de sus pobladores. Borrarlo de la foto parece un burdo maquillaje, una huida vergonzante de lo que fue y fuimos. Además, no cabe duda de que sus muros podrían albergar infinidad de usos, me indican, así que la idea de derribarlo a piquetazo bruto acaba pareciendo tan cegata o cretina como lo fue en su día la demolición arrasadora del viejo parador de Riaño sin estudiar antes su aprovechamiento o rehabilitación, sus usos alternativos o futuros imaginados.

Boina gañana y rolex. Ese es el mal.