Vacuna contra la «gripe S»

En Mensajeros de la Paz no se cansan de repetir que «la soledad es la peor enfermedad», y por eso llevan una década «vacunando» con inyecciones de cariño a las personas ancianas que padecen esa auténtica epidemia social de «gripe S». La fórmula magistral aplicada por estas fechas se llama «Los Mayores también creen en los Reyes Magos», una campaña de recogida de regalos, donativos e ilusiones para hacerlos llegar a 100.000 personas de edad, y en especial a las internadas en residencias, geriátricos y hospitales.

Como es tiempo de crisis, la generosidad es, si cabe, más necesaria. Porque, como dice el padre Ángel García, fundador y presidente de esa organización no gubernamental, se puede hacer un mundo mejor. «Nunca ha habido tanta solidaridad, y nos duele que en Nochebuena y Navidad haya mucha gente que no tiene nada cuando nos sobra tanto». Él mismo está feliz porque «he pedido algo a los Reyes Magos, y me lo van a traer»: más de 20 niños salvadoreños «un poco delicados de salud» que podrán tener unas vacaciones especiales en España.

Además, la solidaridad bien podría mirarse en el espejo de esas personas mayores que también creen en los Magos de Oriente. Porque hace justo cinco años, cuando el tsunami arrasó el sudeste asiático, hubo quien volvió a escribir a Melchor, Gaspar y Baltasar para que cambiara su humilde petición de un «detallito de colonia o un pañuelo», por el enorme «favor de cuidar de esos niños del maremoto», para que «algún día vuelvan a ser niños de verdad y a sonreír».

Tiempo de soledad. «Tiéndeles la mano», remarcó la madrina de honor de Mensajeros de la Paz, Lina Morgan, al presentar la campaña de este año de «Los Mayores también creen en los Reyes Magos». Porque «lo único que necesitan es que no se sientan solos», remachó. Lo dicen las estadísticas, y lo ratifican las cartas que envían a la oenegé. Según el Informe 2008 sobre «Las personas mayores en España», el 16,7% de los 45,2 millones de habitantes tiene más de 65 años. Son 7,6 millones, de los que 1,6 millones (21,4% del colectivo) viven en hogares unipersonales, donde la presencia femenina (las mayores que viven solas rondan el 29% del total de mujeres) es más marcada que la masculina (11%).

Pero todavía es más amplio el sentimiento de soledad, reconocido por 1,8 millones de personas mayores y más evidente en los hogares unipersonales (vivir en solitario le «pesa» al 59,2%), aunque también alcanza (14,2%) a quienes comparten vivienda.