La pena canta

La pena y la pereza se besan, se agüeldan, se arriman y se consuelan. La pesadumbre y la melancolía no quieren agitación y se acogen a la calma o a la cama. Echado en un rincón, el perro lame sus heridas. En su sillona rebrillada, el abuelo descuenta las horas. Pero quien canta su mal espanta... a beber, a beber y a trinar...

Tal que hoy, una vieja tradición de peña recorre el Húmedo soltando coplas maceradas en vino amontillado. Las sátiras riman. No lejos, un parado tamborrea una cacerola ante un sindicato tumbado: «Esta leche es leche buena y mañana el gran fostión, saca la bota María, que este año no hay turrón». Le da la réplica un agricultor ronco con su zambomba berrona junto a un tractor de procesionar protestas: «Ande, ande, ande, la marimorena... andó, andó, andó y no valió la pena». Un poco más allá, un banquero con abrigo de cachemir canta y recuenta lo suyo: «La leche buena se viene, la leche buena se va, y nosotros nos iremos a montar otro portal», que será otro belén al que traigan oro e incienso (la mirra, Romerales, resérvela usted para desempleados y deudores).

El coro parroquial de niños bordes canta lo propio: «En el portal de Ferraz han entrado los barones y le han dicho a Zapatero no nos toques los cajones» (y Zapatero les dijo cada perro lame su pijo y en mi casa no hay botijo ). «En el portal del Pepé entraron treinta ladrones (con acta) y al bueno de don Rajoy me le han dejado en calzones... ande, ande, ande la Aguirremorena, que le llama al jefe tibio, flojo y nena». «El el portal de la Cultu hubo estrellas, sol y luna, pero hoy lo embargan todo empezando por la cuna... ande, ande, ande, la marimodorra, hazte la llorona y vivirás de gorra». «En el portal de la Esteban los de la prensa acamparon para que todos sepamos qué coño se ha puesto hoy (la rima huyó con la vergüenza)... Belén, Belén, las tetas de Belén, las toca todo el mundo y yo quiero también»...

En la calle, un eco: «Las muñecas de mi barrio se dirigen al Bisbal para hacer llegar al nene su cariño (su braguita) y su postal; y el Bisbal se hizo pesebre para nenitas alegres; Nochebuena de horror, Navidad resacosa, es el deseo infeliz de la muñecas viciosas».

Y esta va por tí: arre, burro, arre...