DONACIÓN DE ÓRGANOS DEL ASESINO DEL SALOBRAL
Solo la ciencia ficción da la razón a Mariló Montero
Películas como la expresionista 'Las manos de Orlac' fantasean con la idea de que la maldad también se trasplanta
A propósito del revuelo que este miércoles han suscitado las palabras de Mariló Montero sobre la donación de los órganos del asesino de El Salobral, y sobre que "no está científicamente comprobado, pero nunca se sabe --que diría Iker Jiménez en 'Cuarto Milenio' -- ,si ese alma está también trasplantada en ese órgano", algunos tuiteros indignados han pedido esta mañana, en plan jocoso, que hagan "Ministra de Ciencia" a la presentadora de 'La mañana de La 1'.De Ciencia quizá no, pero tal vez podría serlo de ciencia ficción. Es en este campo donde el séptimo arte lleva ¡casi un siglo! fantaseando con la idea de que la maldad también se podría trasplantar de un muerto a un vivo, de un donante a un receptor.
Un clásico del expresionismo alemán
Uno de los ejemplos podría ser la joya del expresionismo alemán que Robert Wiene dirigió en 1924: 'Las manos de Orlac ('Orlac Hände)'. En resumen: un pianista de renombre pierde sus manos en un accidente de tren y un médico le pone unas nuevas de un reo que acaban de ejecutar. Y ahí es donde empieza el horror siniestro de su protagonista, al comprobar que no reconoce sus nuevas extremidades. No le cabe el anillo de casado, quiere tocar el piano pero sus manos no le obedecen. Un día leyendo la prensa se enterará de que su sospecha se confirma: ¡lleva las manos de un asesino!. El fantasma del muerto se le aparece; su alma maligna se le ha apoderado.
Montero, quizá cinéfila, recordó ayer este filme, o su 'remake' posterior y hollywoodiense, 'Mad Love' (1935), o en el que en 1961 también contó con Christopher Lee en su reparto. O quizá el clásico mito de Frankenstein. O quizá 'La mano', obra temprana y terrorífica de Oliver Stone...