Una proposición indecente llamada Sara MacDonald

En la película, Demi Moore y Woody Harrelson llevan una vida a todo trapo. Él es arquitecto y ella, una exitosa agente inmobiliario. Hasta que esta vida boyante toca a su fin y, agobiados por las deudas, deciden probar suerte en Las Vegas. En este atajo a la desesperada se topan con un adinerado caballero, Robert Redford, que les hace 'Una proposición indecente' (1993) imposible de rechazar: pasta gansa a cambio de una noche con la mujer. Y aquí empieza el dilema y el principio del fin del matrimonio feliz.

El argumento, a grosso modo, viene a colación de la última bravuconada soltada por el excomponente de Oasis, Noel Gallagher, que estaría dispuesto a lo que fuera con tal de que el equipo de sus amores lo ganase todo. "Dejaría que David Silva tuviera sexo con mi mujer", ha declarado el músico de una de las bandas británicas más importantes de la historia. Y se ha quedado tan ancho.

No es noticia que los Gallagher son conocidos por su fervor por el Manchester City y que no faltan a cada cita en las gradas del Etihad Stadium. Tampoco es la primera vez que Noel expresa su admiración por el jugador internacional canario. Pero de ahí a ofrecer a su abnegada esposa como un trozo de carne va un mundo. Por eso, sus palabras en un programa de la NBC Sports han levantado ampollas en la prensa y en las redes. Y con razón.

¿QUIÉN ES ESA CHICHA?

Pero, ¿quién es Sara MacDonald?

A diferencia de su marido, MacDonald no está presente en las redes sociales (aunque tiene varios 'fakes' y perfiles no oficiales) y aún no ha dicho ni mú sobre el tema en los tabloides británicos, donde acostumbra a salir más bien poco y siempre acompañada de su marido.

Nacida en Edimburgo en 1971, se casó con Noel en el 2011, después de más de una década juntos. De hecho, sus hijos Donovan Rory y Sonny Patrick nacieron antes, en el 2007 y el 2010. Noel también es padre de Anaïs, de su primer matrimonio con Meg Matthews.

El último gran evento en el que se la vio fue en la gala de los premios BAFTA, el pasado 8 de febrero en Londres. Entonces, varios medios, como el 'Mirror', se fijaban en lo enamorado que estaba Gallagher de su mujer, a la que "no quitaba las manos" de encima, titulaban. Por las fotos que publicaron, con el músico rozándole el trasero y mirándole el escote, no había lugar a dudas. Saltaban chipas.

Ahora, después de lo de Silva, ya no está tan claro.