Cristina Pedroche defiende sus transparencias de Fin de Año

La presentadora de Atresmedia Cristina Pedroche ha asegurado que la elección del vestido de transparencias para la retransmisión de las Campanadas de Nochevieja, en Antena, 3la tomó sin presiones y libremente, desde el convencimiento de que "no había otro mejor". "Soy feliz porque soy libre. Hago con mi vida lo que quiero. Al igual que voto a quien quiero, lo mismo hago con mi ropa. Me visto como quiero y como me apetece en cada momento", asegura en su blog.

Pedroche se defiende de "la gente que me critica porque en Nochevieja decidiera ponerme ese vestido" y que "supongo que también me critica cuando en 'Zapeando' me pongo un vestido corto o un escote, cuando en 'Pekín Expréss' presento una prueba en una isla y se me ve el biquini (...) supongo que es la rutina de criticar por criticar. Si me caso en vaquerosï, malo, porque me tengo que arreglar más. Y si en Nochevieja me arreglo más, no les gusta tampoco".

Según la presentadora, Nochevieja "es un día de 'show', de espectáculo, y elegí ese vestido porque sinceramente creo que no había otro mejor. Yo solita decidí ponérmelo, jamás dejaría que nadie me dijera qué tengo que vestir o cuánto tengo que enseñar, ni mucho ni poco".

"Cuando me dicen que estoy en la televisión sólo por mi cuerpo me pregunto: '¿Pero no estaba gorda?¿No era la ballena de Vallecas? ¿Ahora ya no?", añade.

Pedroche pide "perdón" a quien se sintiera "ofendido" por su indumentaria, y subraya que no quiere discusiones con nadie. "Al igual que yo soy libre de ponerme lo que me da la gana, la gente también es libre de opinar y decir lo que quiera". "Yo, por mí, con este texto dejo zanjado el tema. No quiero estar hablando del vestido hasta las uvas del año que viene, jajaja". Cade señalar que en la Nochevieja del año pasado, Pedroche también fue la estrella en las redes sociales por su espectacular vestido que lució en la presentación de las Campanadas, entonces en La Sexta.

Pedroche concluye dando las gracias a la empresa Pronovias "por hacer realidad el vestido de mis sueños"; a su director creativo y diseñador, Hervé Moreau, y "a cada una de las personas que han puesto sus manos y talento en el vestido, en mayor o menor medida, durante las 350 horas que han sido necesarias para que quedara tan perfecto".