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ENTREVISTA

Màxim Huerta vuelve a la tele con el programa de TVE-1 'Destinos de película'

"Viajar y el cine son dos placeres que me encantan", admite el periodista valenciano, que ahora se dedica a la escritura. El profesional había dejado hace un año el magacín matinal de Ana Rosa Quintana en Tele 5, donde trabajaba desde el 2005

Màxim Huerta, en el capítulo de Londres de 'Destinos de película'.

Publicado por
TXERRA CIRBIÁN
León

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Màxim Huerta fue la mano derecha de Ana Rosa Quintana en su magacín matinal desde el 2005 hasta hace un año, cuando cambió los platós por la escritura, su gran pasión. Ahora vuelve a la tele, temporalmente, con un programa de viajes y cine: 'Destinos de película', una producción de Globomedia para TVE-1, que se estrena este lunes, a las 23.50 horas.

¿Sabe que va a ser el periodista más envidiado de la profesión? Jajaja. Son dos placeres que me encantan, que es viajar y el cine. En efecto, es un programa que a cualquiera le gustaría hacer.

¿Cómo fue la propuesta? Bueno... Conozco a mucha gente en la productora Globomedia y ellos a mí. Fue una simple llamada: sorpresa, excitación y aceptación…

¿Y añoranza de la televisión? Yo estaba viviendo en París, donde me encuentro y trabajo muy a gusto, y recibí una llamada con esta oferta que no podía rechazar: pasarse tres meses de grabación, recorriendo esos lugares de cine. Y creo que el resultado ha quedado genial y he disfrutado muchísimo. Estoy encantado de que ahora Destinos de película se pueda ver ya.

¿Cuánto tiempo en cada lugar? Una semana. No nos daba tiempo a más. Rodábamos, volvíamos a Madrid y marchábamos de nuevo.

¿Permite una mirada a su pasado? ¿Cómo se le ocurrió a un periodista de informativos dar el salto a 'El programa de Ana Rosa'? Por necesidad de cambiar, de hacer algo nuevo, por agotamiento del horario que estuve haciendo en los últimos meses previos. Me habían puesto a presentar el matinal, y a mí no me apetecía; no me gustaba ese horario. Estuve cuatro meses esperando que llegara una oferta atractiva y tuve la suerte de que fuera la de Ana Rosa Quintana. Una propuesta curiosa, rara, divertida, excitante y tentadora. Y cambié.

Al final, usted era su mano derecha. ¿Cómo se decidió a abandonar el programa? ¡Uy! Hace ya un año y parece como si fueran muchos más. Yo quería volver a sentirme mi propio director, a sentirme nuevo, como si hubiera acabado la carrera, y quería estar receptivo a la novedad. A mí, cambiar no me da miedo. Le tengo respeto, pero creo que es necesario: la vida no es tan larga y hay que asumir algunos riesgos.

Además, coincidía con su mayor dedicación a la escritura [había ganado el Premio Primavera de Novela con 'La noche soñada', en el 2014] y la publicación de su quinta novela… En efecto, No me dejes (ne me quitte pas). Coincidía mi salida laboral con la promoción de la novela, con lo que podía estar huérfano de trabajo y dedicarme a hablar de ella, a atender las entrevistas. En ese sentido fue genial.

En estos momentos, ¿qué es para usted la literatura? Se ha convertido en el pilar fundamental de mi vida profesional, como lo fue en su día para otros escritores. Yo no voy a dejar de ser periodista nunca, pero ha pasado a un segundo plano: quería dedicarme a un oficio al que le tengo mucho respeto. Y con la literatura, además, soy mi propio director y me marco mi propio horario.

Volvamos a 'Destinos de película'. ¿Quién eligió las ciudades y películas? ¿Usted o las guionistas [Teresa Casado y Beatriz Nogareda]? Yo no. Es un programa a mi medida. La elección venía ya dada por la directora del programa, Begoña Puig, pero todo el equipo [como el realizador, Antonio Robleda, y la directora de producción, Cary Aragón] nos movíamos de forma orgánica, casi como una única persona: nos levantábamos, desayunábamos, nos movíamos, comíamos… al mismo tiempo. Yo he aportado mi parte de pasión y de narración.

Así que su papel es más de presentador que de creador del espacio... Sí. Es una creación de Globomedia. Yo soy el viajero que narra. La unión de los destinos con las películas. No hay nada de cartón-piedra: todo es real.

¿Cuál fue la primera ciudad? Roma. Yo creo que Roma es la primera ciudad que se convirtió en un destino de película, después del rodaje de Vacaciones en Roma. En esa época, los escenarios solían ser de cartón piedra y esta se rodó íntegramente en la calle. La gente quería conocer Roma después de verla. Pero no es el único filme que sale en el capítulo: también salen La gran belleza, La dolce vita y un montón más. Y hemos visitado lugares como la Fontana di Trevi, el Castell de Sant Angelo, el Coliseo, la Piazza de Espagna, el Trastevere...

Y monta en Vespa, como Gregory Peck y Audrey Hepburn... Solo en el programa [ríe]. He ido en Vespa por Roma, me he perdido por el desierto, he subido en góndola en Venecia, he hecho entrevistas en taxi por Nueva York, he montado en bici por Central Park… He hecho de todo, vamos [ríe].

¿Han sido exhaustivos? El objetivo era mostrar los decorados reales de algunas películas, porque la lista es enorme. Pero con una excusa u otra, al final recorríamos las ciudades al completo.

¿Además de los escenarios reales, en el programa muestran escenas de las películas citadas? Sí, sí. Fotografías, datos, tanto cinematográficos como turísticos, que se muestran en dos tipos de rótulos. Y además se añadirán músicas y otras cosas en la web del programa. Todo muy completo.

¿En total, qué destinos visitan? Roma, Venecia, Berlín, Nueva York, París, Praga, Londres, Tánger y Marraquech… Creo que no me dejo ninguna ciudad. Me salen nueve lugares, pero creo que la productora lo ha dejado en ocho capítulos.

¿Habrá nueva temporada? Ojalá! Nos faltan muchas ciudades, como Tokio. Sería maravilloso.

¿Y su futuro inmediato? Estoy ya con mi próxima novela. Y deseando volver a Barcelona un Sant Jordi, que es un día maravilloso.