LOS ESTRENOS DE CINE DE LA SEMANA
Benedict Cumberbatch: "Marvel está haciendo historia en el mundo del cine"
El actor inglés da el salto al cine de superhéroes y encarna al singular protagonista de 'Dr. Strange'
Ha trabajado a las órdenes de Steven Spielberg en 'War Horse' y a las de Steve McQueen en '12 años de esclavitud', ha triunfado en los escenarios londinenses adaptando a Shakespeare y ha sido nominado al Oscar por 'The Imitation Game (Descifrando Enigma)', todo ello mientras obtenía fama mundial dando vida al detective más célebre de la historia en la teleserie 'Sherlock'. En 'Dr. Strange', Benedict Cumberbatch encarna a uno de los superhéroes menos conocidos y más singulares del universo Marvel.
Protagonizar una película de superhéroes no es lo que uno espera de un actor como usted. Para Marvel han trabajado intérpretes de la talla de Anthony Hopkins e Ian McKellen, no lo olvide. Y participar en una película como esta presenta alicientes que no encuentro cuando, por ejemplo, adapto a Shakespeare sobre un escenario. Para dar vida a Stephen Strange usé mi cuerpo y mi voz como nunca antes lo había hecho. Aprendí kung-fu. Yo siempre había querido demostrarme que podía encarnar a un héroe de acción, y no se me ocurre mejor vehículo para hacerlo que una película de Marvel.
¿Por qué? Marvel está haciendo historia en el mundo del cine. Han producido 14 películas que componen toda una mitología, y que no solo han triunfado en la taquilla sino también han obtenido críticas que van de lo muy positivo a lo excelente. Y en el futuro estas películas serán celebradas como un reflejo esencial de nuestro 'zeitgeist'. Y en concreto 'Dr. Strange' es una obra especialmente intrépida dentro de su género. No solo utiliza los efectos especiales para algo más que provocar explosiones y destruir edificios, sino que además medita sobre asuntos como la espiritualidad o el misticismo.
Hace años usted pasó un tiempo en un monasterio tibetano. ¿Qué aprendió? Pasé cinco meses enseñando inglés a los monjes de una casa nepalí en India, y tuve ocasión de practicar la meditación. Fue increíble. Cuando alcanzas cierto estado de quietud y contemplación, tu capacidad sensorial se amplía y se agudiza. Y eso, qué duda cabe, es bueno para un actor. Y los monjes me hicieron ver la simplicidad de la naturaleza humana, y lo necesario que es el sentido del humor para vivir una vida espiritual plena. Sinceramente, fue una de esas experiencias que te cambian la vida.
¿Ha vivido alguna más? Muchas. En una ocasión, mientras hacía 'trekking' con cuatro amigos, estuvimos perdidos en la montaña durante un día y medio, afectados de diarrea y mal de montaña. En otra, estaba en Sudáfrica rodando una teleserie cuando dos compañeros y yo fuimos secuestrados por seis hombres que nos maniataron, nos vendaron los ojos y amenazaron con matarnos. Comprendí que ante la muerte estás completamente solo, no importa cuánto amor recibas de tu familia.
Sus padres son ambos actores. ¿Explica eso que también usted decidiera serlo? Inevitablemente, pero no me facilitó las cosas. Tenerlos como listón, sentir que debía estar a su altura, impuso mucha presión sobre mí. Además, vivir entre actores me hizo ser consciente desde muy joven de las cosas buenas y las malas de esta profesión. Es una profesión que no admite planes a largo plazo, que implica incertidumbres sobre cuándo llegará el próximo salario. De hecho, mis padres trabajaron duro para proporcionarme una educación que me permitiera dedicarme a cosas más serias, como ser doctor o abogado. Pero decidí que, si de todos modos tenía que dejarme la piel, mejor hacerlo dedicándome a lo que me gusta.
¿Qué es lo que más le gusta de ser actor? Esto sonará frívolo. Me pagan por hacer cosas y vivir experiencias que al resto del mundo le cuestan muchísimo dinero: montar a caballo, practicar artes marciales, aprender a tocar instrumentos, visitar lugares remotos del mundo. Poder dedicar tu tiempo a acumular esa cantidad de vivencias es maravilloso. Y, por otra parte, la posibilidad de meterte en la piel de otros seres humanos te enseña qué tipo de ser humano eres tú.
Interpretar a un doctor con superpoderes capaz de viajar entre dimensiones paralelas, ¿no le hace a uno sentirse algo ridículo? A ratos. Durante el rodaje, entre tomas, te miras al espejo y es difícil no preguntarte: "¿qué estoy haciendo con mi vida?". Pero mientras la cámara está encendida todos nos lo tomamos extremadamente en serio. Es la única manera de que una película así funcione.
Las películas de superhéroes dominan el paisaje cinematográfico actual. ¿No cree que el público tarde o temprano se hartará de ellas? No si siguen evolucionando. Estoy seguro de que en su día a John Ford se le preguntaba eso a menudo acerca del wéstern. El wéstern fue un género dominante durante décadas, fue capaz de reinventarse en el 'spaghetti-western' y ha seguido vivo, como demuestran las películas de Tarantino o el Oscar obtenido por 'Valor de ley'. Mientras evolucione, el cine de superhéroes tiene mucha vida. Eso sí, como no lo haga, está muerto.