Con tan solo 12 años superó una exigente prueba de acceso y cursa la carrera de Física Biomédica
Carlos Antonio, el universitario precoz mexicano
Con tan solo 12 años superó una exigente prueba de acceso y cursa la carrera de Física Biomédica
Carlos Antonio Santamaría es un niño mexicano de 12 años como tantos otros. Fantasea con ser astronauta, construye naves espaciales con sus piezas de Lego y navega a diario por internet. A diferencia de los chavales de su edad, Carlos Antonio es un universitario más tras superar una exigente prueba de acceso.
“Hay muchas páginas de internet que te dan buena información, ejercicios… Así he aprendido biología y cálculo”, explica, con la naturalidad propia de su edad, el pequeño Carlos Antonio. Ayer lunes inició su primer semestre en la carrera de Física Biomédica en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El reto, aunque es un estudiante de alta capacidad cognitiva, es mayúsculo. Deberá emplearse a fondo, rodeado de compañeros y docentes que duplicarán y triplicarán su edad. “Solo quiero estudiar; si me cierran las puertas, me meteré por las ventanas”, ha advertido un niño que con nueve años ya sorprendió a propios y extraños cursando y, sobre todo, superando dos módulos en la Facultad de Química de la misma universidad: uno sobre química analítica y bioquímica, y otro sobre biología molecular para la industria farmacéutica.
105 aciertos en 120 preguntas
Ayer fue un día inolvidable para Carlos Antonio; también un día histórico para la universidad. Y es que la UNAM ha matriculado por primera vez en su historia a un niño de 12 años. Y accede por méritos propios, “sin concesiones ni venias”, aseguran los responsables del centro en su página web. “Llegó tras lograr 105 aciertos –lo mínimo para entrar eran 103 aciertos de 120 preguntas- en el Concurso de Selección de Ingreso al ciclo escolar 2019”, detallan.
Entre sus numerosos objetivos, el pequeño quiere crear un videojuego, pero tendrá que esperar porque hay uno bastante más ambicioso, que podría marcar un antes y un después en la vida de muchas personas: “Mario Bros sigue siendo el clásico, la base para todo. Me gustaría hacer un videojuego, he trabajado en eso, lo he tenido que detener un poco”. Ahora está volcado en la bioquímica. “Creo que podemos reconstruir una célula, curar todas sus enfermedades, por ejemplo la mitocondria”, ha añadido.