Cerrar

ENTREVISTA YOTELE

Frank Cuesta ('Wild Frank: Toros'): 'Un animalista no puede acabar con la tauramaquia'

YOTELE habla con el animalista sobre 'Wild Frank: Toros', su nuevo programa en DMAX en el que abordar el debate de la tauromaquía

Frank Cuesta en la presentación de Wild Frank: Toros, el nuevo espacio de DMAX.

Publicado por
EL PERIÓDICO
León

Creado:

Actualizado:

Frank Cuesta regresa esta noche, a las 21:30 horas, a DMAX con 'Wild Frank: Toros', un nuevo espacio en el que el animalista pone el foco sobre un animal que es un símbolo de nuestro país y que se sitúa en el centro de uno de los asuntos que más controversia generan: tradición, negocio, arte, muerte, bravura, tortura, belleza, crueldad Horas antes de su estreno, YOTELE ha hablado con Frank Cuesta sobre los nuevos episodios del espacio producido por Molinos de papel ('Callejeros', 'Streetviú'), entre otros asuntos.

-A la hora de grabar, ¿cuál ha sido el problema más complicado?

-Lo que más me preocupaba era cómo estructurar todo esto y cómo llegar a la conclusión de hacer un programa sobre toros. Realmente, la productora y yo teníamos el proyecto muy bien diseñado en nuestras cabezas y era darle un repaso al mundo del toro con la gente que sabe. Los que estamos en contra hablamos, pero no sabemos lo que hay dentro. La intención era verlo sin filtros.

-¿Cuántos capítulos tiene 'Wild Frank: Toros'?

Hemos hecho 4 episodios: 3 son sobre el mundo de las corridas de toros y el cuarto es sobre los festejos populares como, por ejemplo, el toro de Coria.

-¿Cuánto tiempo habéis tardado en sacar adelante el formato?

-3 años es el tiempo que llevo con las ganas de hacerlo, empezando a investigar, indagar, etc Desde que DMAX dijo el sí hasta que lo hemos grabado, ha pasado un año.

-¿Qué ha pasado para que la cadena dé luz verde?

-No sé por qué, cambio de dirección quizás.

-Debe ser muy complicado que un antitaurino se adentre en el mundo del toro, ¿no?

-No. El mundo del toro es muy raro y tradicional porque, desde el punto de vista de no gustarnos una corrida de toros, nos parece una gente sanguinaria y que aplaude el sufrimiento de un animal, pero luego ves que es un mundo en el cual la gente bebe, no hay peleas, no hay movidas. Tiene su parte de lo que quieras llamarles, pero tiene una parte muy civilizada en la que el abogado puede sentarse con un fontanero o el Rey con un electricista.

Es parte de nuestra cultura, aunque no nos guste. Es algo que si estás en contra, debes luchar para que se termine. Lo bonito ha sido que me han dejado entrar en sus casas.

-¿Has tenido que 'limar' tu carácter cuando has estado con ellos?

-No he cambiado nada. Era decirles estoy en contra, pero quiero hablar de esto. ¿Me lo vas a enseñar o no? He de decir que hemos recibido varios no por parte de toreros y gente relacionada, pero todo el mundo nos ha recibido.

He empezado diciéndoles que asesinan toros, y nadie me ha pegado. Para ellos es muy diferente. Es jorobado meterte en ese mundo porque entiendes y aprendes cosas de las que estabas equivocado, admitiendo el error.

-¿Qué has aprendido?

-He aprendido que hay muchas mentiras y leyendas falsas dentro del mundo de los toros y que los anti-taurinos hablamos muchas veces de boquilla. La verdad y la realidad es que el toro se le mete en el plaza, se le castiga y se le mata en directo, pero muchas veces se intenta meter más cosas para hacer ver que es mucho peor y no es cierto.

-¿Por ejemplo?

-Hay que luchar contra la tauromaquia, pero no con mentiras. Un ejemplo es lo que dicen que a los toros se les pone aceite en los ojos. He estado en muchas corridas y siempre hay los mismos controles. He visto toros que no han sacado porque tenían una pequeña cosa en un ojo.

-¿Por qué y quién te ha dicho que no cuando le has pedido participar en 'Wild Frank: Toros'?

-Ha habido uno que no quería, pero porque nos odiamos desde hace tiempo. Los demás no era una cuestión de no querer, sino porque tenían un problema de horarios.

-¿Qué es lo que más te ha sorprendido de las personas con las que has tratado en estas entregas?

-Lo que más me ha sorprendido es que es una gente con muchísima educación, tanto familiar como académica. Pensaba que eran una panda de analfabetos. Todos los ganaderos con los que he hablado son veterinarios o biólogos, y la gente que tiene alrededor es gente ecologista y ha estudiado.

-¿Te sientes contento con el resultado final?

Sí. Ha ido cambiando todo porque, cuando decidimos que se hacía, mi idea cambió a medida que hemos ido investigando o aprendiendo cosas. Siempre voy a ser anti-taurino en el sentido de que los animales no deben utilizarse en espectáculos, pero me han hecho un entender que es un negocio muy grande en el que se mueve mucho dinero y en el que muchas familias dependen de él. De alguna manera, hay que acabar con ello, pero realizando una reestructuración para que esa gente pueda vivir.

-Dijiste en la rueda de prensa que esta reestructuración podría durar 10 años

Se tendría que hacer un plan, pero es que se necesita 10 años para empezar a mover todo. Es un negocio muy grande en el que muchas personas viven de ello. ¿Qué haces con los toros? ¿Vas a hacer campos temáticos? Es igual que cuando entramos en Europa. A lo mejor las decisiones drásticas funcionan, pero es un plan a la larga y con gente que sepa lo que hace.

-¿Cómo ejecutarías tú el plan?

No lo sé. Si de mí dependiera, sería ejecutado por gente que entienda y del mundo del toro. Un animalista no puede acabar con los toros. Puede protestar para conseguir una ley para erradicar los espectáculos con animales en España, pero el plan para cambiar todo eso y que no sea un desastre, a nivel ecónomico y ecológico, tiene que ser con ganaderos y expertos en la materia. Es así de triste, pero son ellos los que saben. Un tío que dice Toros no no me vale para nada en esto.

-¿Los taurinos ven el final de los toros cerca?

-Creo que lo van a oliendo porque ellos te van diciendo el día que la gente no vaya a las plazas, se terminarán, pero ese no es el final de las corridas de toros. El final es un plan para reestructurar todo este mundo. Cuando la gente no vaya a las plazas de toros no habrá sponsor, no habrá dinero y los toreros se quedarán en su casa, y si te das cuenta va menos gente a los toros porque las generaciones se van elevando.

Entonces, en 10 o 15 años, no habrá gente que vaya a ellas. Habrá gente que lo tenga arraigado de familia, pero habrá menos, y ahí es dónde habrá que buscar una solución. ¿Matas 25.000 toros en dos semanas? ¿Qué haces con las dehesas? ¿Metes 50.000 cabezas de ganado y destrozas todo el sistema ecológico?

Si estoy en contra de que se utilice un animal para esto, imagínate para un espectáculo en el que el toro se le machaca hasta que se mata, simplemente, por la satisfacción de un grupo de gente. Eso es lo que a mí no me gusta. Todo el mundo de alrededor es bello. Hay muy buena gente, el problema es el final. El mundo del toro es desde su nacimiento hasta que muere en la plaza. En 20 minutos, estas personas se convierten en unos desgraciados para los demas.

-Los pueblos se volverían en contra de acabar con los toros

Sí, pero es que esos espectáculos, que veréis en el cuarto episodio, son un poco más bestias. Poco a poco, van a terminar antes que los espectáculos de corridas de toros.

-Cuando se publicaron las primeras fotografías del programa, mucha gente te criticó. ¿Cómo te lo tomaste?

-Les mandé a tomar por culo a todos y ya está. Hay gente taurina y anti-taurina que te increpa, pero no critiques algo sin verlo. Hacedlo luego.

-¿Te gustaría que este programa lo vieran niños?

-Es que lo van a ver niños. Hay que entender la vida y la muerte, que todo tiene un principio y todo tiene un final y lo que es sufrimiento y lo que no. Un niño de 10-12 años lo entenderá, pero todo dependerá de qué tipo de familia venga. Si viene de una familia que le gusta los toros, se lo explicarán. La educación viene de casa. Por eso digo que, poco a poco, generacionalmente, hay menos gente a la que le guste los toros.

-¿Tu sensación en la plaza es que la gente aplaudía el sufrimiento?

-La gente no aplaude el sufrimiento. Esa una idea que muchos exponemos diciendo que son unos sádicos porque aplauden el sufrimiento del toro, pero ellos, realmente, lo hacen porque ven el arte del torero. Ellos quieren ver un espectáculo que lo han tenido en su familia desde pequeños, pero ellos no sienten por el toro. Les importa poco. Desde el punto de vista de alguien al que no le gusta, se ve como una persona sanguinaria que está disfrutando con el sufrimiento de un animal.

-¿Estás pensando en otras ideas para realizar programas similares?

-Sí, pero no os puedo decir nada. De aquí a Navidades vais a tener bastantes programas.

-Desde que estás en DMAX, ¿te han intentado fichar en otras televisiones?

-Me han ofrecido cosas en muchos sitios. El año pasado, tenía varias ofertas y decidí renovar mi contrato con DMAX, que era lo que mejor me venía. No en términos económicos, pero sí a nivel de tranquilidad.

-Y de difusión, ¿no? Porque tus programas se ven en todo el mundo.

-Realmente, en España, el canal lo ve poca gente comparándolo con otras cadenas importantes, ya que es un canal de TDT, pero te da esa apertura al mundo. Es decir, la gente que pone DMAX lo hace porque tiene interés por ver cosas diferentes, pero, sobre todo, se ve en internet. Los jóvenes se bajan los capítulos cuando ya se ha emitido. A mí me viene muy bien porque se ve en más de 100 países.

-¿Mediaset también te tentó para volver?

-En su momento, ya les dije que no, y el cheque era gordo. Era un no y fue un no.