TÚ Y YO SOMOS TRES
Isabel Preysler es de plástico, según BF
Ha informado Buenafuente (Late motiv, #0 Movistar+) que algunos famosos han iniciado una campaña en contra de verter plástico en el mar. ¡Ah! Es una operación que les honra. Nos enseñó a Iker Casillas, y a Andrés Iniesta, mordiendo bolsas de plástico para sensibilizarnos de que los peces son víctimas de una contaminación espantosa. Y al final, el showman remató diciendo: «El último en sumarse a esta iniciativa ha sido Mario Vargas Llosa». Y pusieron entonces, a toda pantalla, esta foto que les muestro, de Vargas Llosa e Isabel Preysler, acompañada de este comentario tan gracioso: «Vargas Llosa también sabe lo que es morder plástico». Y el pitorreo fue apoteósico. ¡Ah! Qué meditable momento. Tiene mucho mérito hacer sarcasmo a costa de determinadas –solo determinadas– señoras, o parejas, sobre las que al parecer hay barra libre para todo tipo de cachondeos.
Es una manera muy curiosa de entender la sátira la que tiene este cómico. La honradez de todo profesional de la mordacidad consiste en repartir bien el mordiente. BF siempre arrea donde le es más cómodo. En el plano político, lo hace continuamente. Sobre el día a día del procés, por ejemplo, terreno ideal para el sarcasmo, una bendición para cualquiera que pretenda ser un entertainer burlón, él pasa de puntillas. Se evade. Lima sus dientes para no morder. ¡Ah! Pero al menos tenemos a Vargas Llosa y a la Preysler, que a esos sí que da gusto darles estopa. Es portentoso: de todas las criaturas de esta alucinante galaxia que nos amenaza, desde Madrid, Barcelona y Bélgica, resulta que el peruano y la filipina son los que merecen más burla y cachondeo.
RUFIÁN .– En Al rojo vivo, Ferreras le ha pasado a Rufián el corte de ese dirigente de La Crida que en la Xarxa de Televisions Locals ha dicho: sin muertos, la independencia tardará más. Rufián lo ha escuchado. Ha hecho una mueca. Y respondió: «Es una absoluta barbaridad. Me siento tan cercano a esta declaración como a una de Jiménez Losantos». ¡Ah! Nos gusta en casa este Rufián que dice las cosas como las siente, ya sea delante de Aznar, de Cascos, o de un miembro de la fantasía de Puigdemont. El sábado mi canario flauta Papitu conoció a Rufián en La Sexta noche. Hablaron distendidamente. Papitu quedó tan subyugado que quiere apuntarse a la branca ornitològica de ERC.