En Oregón
Un oso es sacrificado por exceso de cercanía a las personas que se hacían selfies y le tiraban comida
La policía pidió alejarse de la zona en la que se acercaba por el cariño humano pero tuvo que sacrificarlo por riesgo de seguridad Podrian haberlo trasladado, pero estaba demasiado familiarizado con las personas
El efecto de los selfies y el cuidado excesivo de los animales salvajes en zoos e instalaciones abiertas se ha saldado con el sacrificio de un oso en un recinto de Oregón.
El oso pardo había provocado diferentes llamadas a emergencias, con decenas de personas que a lo largo de diferentes días advertían de la presencia de éste en una zona de un lago muy cercana a las personas, rodeados de escombros y de restos de comida.
La policía de Oregón advirtió públicamente a través de redes sociales del peligro de alimentar a animales salvajes y de hacerse selfies con ellos. Pedía, por tanto, alejarse de la zona en la que se le situaba.
Pero lo que en principio fue una advertencia se ha convertido en una sentencia de muerte para el animal. Al no corregirse el comportamiento de los visitantes, las autoridades han decidido sacrificar al oso por suponer un peligro para la seguridad de las personas.
El oso tenía apenas dos años y podría haber sido reubicado, pero al acostumbrarse al contacto humano, suponía un riesgo, según informó un agente a CNN.
Recalcan además que ese contacto continuo con fotos y alimentos no solo es malo para la interacción con ellos, sino también para su salud, ya que normalmente la gente les tira comida basura.