Ana Obregón: "Las campanadas tendrán lo que necesitamos, reír y llorar"
Inmersa en diferentes proyectos cuyos beneficios destina a la Fundación Aless Lequio contra el cáncer, Ana Obregón vuelve a presentar las campanadas de televisión española junto a Los Morancos y asegura que “van a tener lo que necesita el ser humano; reír y llorar. Serán divertidas y también emotivas”.
“Ayudar a los demás es lo único que me ayuda”, ha dicho Obregón a Efe. “Creo que me he equivocado de profesión. No voy a ir de Teresa de Calcuta, pero es lo único que me da calma. A lo largo de mi carrera he hecho reír a la gente, era una forma de hacerles soñar, ahora mi ayuda es de otro tipo”.
Tras siete años en televisión española y uno en Antena Tres, Obregón recibirá el año en la madrileña Puerta del Sol acompañada por los Morancos y sin Anne Igartiburu, un rostro habitual en esta cita tras 17 temporadas.
“Este año afronto encantada dar las campanadas con Los Morancos, me van a hacer reír”, explicado con motivo de la presentación de la nueva línea cosmética de la Cabine, la única firma de belleza con la que colabora y cuyos beneficios destina íntegros a la Fundación Aless Lequio, que lleva el nombre de su hijo fallecido por cáncer.
La bióloga y presentadora se ha convertido en abanderada de la lucha contra el cáncer, un propósito hacia el que trata de enfocar todos sus proyectos profesionales. “A través de la fundación de mi hijo buscamos que en España existan los ensayos e investigaciones necesarios para la cura del cáncer”, ha apuntado Obregón.
“Cada año mueren trescientas personas de cáncer en España, se necesita visibilidad y dinero, algo que el gobierno no aporta”, incide la presentadora, que durante los últimos días también se ha volcado con la joven influyente Elena Huelva, que visibiliza y padece el sarcoma de Ewing, el mismo tipo de cáncer que padeció su hijo.
La madrileña, que es imagen de la firma de belleza por cuarto año consecutivo, tiene claro que prefiere ser icono “por forma de ser más que por belleza, que es un traje y algo muy etéreo”.
“La gente me dice que les inspiro entereza. Yo no me considero un icono de nada, pero de lo que sí me alegro es de poder dar algún tipo de visibilidad a la lucha contra el cáncer y aquellas personas y seres queridos que lo tienen cerca”, ha dicho Obregón, dispuesta afrontar las campanadas un año más, aunque “no siempre sea fácil”.