Multa millonaria para Chiara Ferragni por publicidad engañosa
Italia sanciona con un millón de euros a la 'influencer' por promocionar un pandoro con su apellido cuya venta tenía un supuesto destino benéfico
A Chiara Ferragni se le ha atragantado la Navidad. La reina de las 'influencers' ha sido multada con casi 1,1 millones de euros por engañar a los consumidores con la promoción de un bizcocho típico de estas fechas, el pandoro, la alternativa al famoso panettone, cuya venta tenía supuestamente un destino benéfico. Las ganancias, sin embargo, sólo endulzaron las cuentas de la empresaria y de la marca, Balocco, que apenas donó 50.000 euros a un hospital de Turín en un pago único realizado, además, meses antes del lanzamiento del producto. El caso ha desatado tal escándalo en Italia que hasta la primera ministra, Giorgia Meloni, se ha subido este fin de semana a la ola de críticas: "Los verdaderos modelos a seguir no son los 'influencers' que hacen mucho dinero vistiendo ropa y mostrando bolsos... o incluso promocionando pasteles caros que hacen que la gente crea que son caritativo". Un zasca en toda regla.
El 'pandorogate' se remonta en realidad a las navidades del pasado año cuando la Ferragni, como se la conoce en su país, aprovechó sus redes sociales para publicitar una edición especial -con su apellido- del pandoro fabricado por Balocco. Con casi 30 millones de seguidores sólo en Instagram, cada una de sus publicaciones consigue un impacto enorme y la promoción de este pastel no fue una excepción. Y eso que el precio del bizcocho (9 euros) doblaba el de uno normal (menos de 4) de la misma marca. El motivo, o eso se decía, era que parte de los beneficios irían a parar a una organización benéfica para la investigación del cáncer de huesos en un hospital turinés.
La investigación de la Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado italiana (AGCOM) descubrió meses después el pastel. Ni había tales fines benéficos, salvo un pago puntual de 50.000 euros por parte de Balocco antes de que Ferragni Pandoro saliera al mercado, ni las empresas de la influencer habían realizado donación alguna. El organismo cree que tanto la publicidad como el mayor precio del bizcocho llevaron a los consumidores a pensar que sí contribuían a una causa benéfica. Un error que sus responsables han pagado caro pues la sanción a la empresaria alcanza los 1,075 millones, más o menos lo que cobró por la promoción, y la compañía pastelera tendrá que pagar 420.000 euros. Ambos han mostrado su desacuerdo con sus respectivas multas.
Golpe de efecto
Pero la 'influencer', que lo mismo promociona helados que secadores de pelo, aparte de la variada lista de productos de su propia marca, con su icónico ojo, sabe del daño que este escándalo puede provocar a su imagen y, sobre todo, a su multimillonario emporio. Llorosa, y con la voz casi entrecortada, Ferragni ha contraatacado a través de Instagram, con un vídeo donde pide perdón por lo ocurrido: "Me disculpo". La publicidad engañosa por la que la AGCOM le ha impuesto una multa histórica se debió, según ella, a que cometió "un error de comunicación". "Mi error de buena fe fue vincular con la comunicación una actividad comercial a una solidaria. Desafortunadamente puedes cometer errores, lamento haberlo hecho y me doy cuenta de que podría haberlo hecho mejor", resume este lunes en una grabación que sólo cuatro horas después de su publicación superaba los 18,5 millones de reproducciones.
El perdón de Ferragni, de 36 años y casada con el músico Fedez, con quien forma la lucrativa alianza de los 'Ferragnez', 'docu-reality' incluido, incluye además un golpe de efecto. La empresaria anuncia en su vídeo que donará un millón de euros de su propio bolsillo al Hospital Reina Margarita de Turín "para apoyar el cuidado de los niños". Una cantidad casi idéntica a la sanción, que considera "desproporcionada e injusta". El pandoro le ha amargado el final de año a la 'influencer'.