Marta Ortega, emperatriz de Inditex

Con tan sólo 38 años, la joven heredera se convertía así en la presidenta del mayor consorcio de moda a bajo precio del mundo, y en la más joven del Ibex-35. Y cuando las primeras cifras avalaron la elección, hubo algunos que tuvieron que bajar la cabeza.

«Me guío por las sensaciones», dijo en una de las tan sólo dos entrevistas que ha concedido en su vida, aunque no quita mérito al equipo que la rodea.

Discreta, vive en A Coruña, la ciudad donde trabaja y ha formado una familia. Tampoco se prodiga mucho en actos sociales y cuando lo hace, suele lucir ropa de «la casa», siendo su principal embajadora, capaz de agotar todo lo que viste.

Pero tampoco desprecia «un Valentino» como el que lució en su boda con Carlos Torretta, el hombre con el que ha encontrado la estabilidad y con el que estrena cuarentena, consciente de lo que supone ser la hija del hombre más rico de España y heredera de un imperio.

Nacida en Vigo el 10 de enero de 1984, es la pequeña de los tres hijos de Amancio Ortega y única de su matrimonio con Flora Álvarez, con quien se casó tras divorciarse de Rosalía Mera.

Vivió desde muy niña el éxito de aquel modesto empresario gallego que se inició fabricando batas en la década de los sesenta y que en 1985 fundó el gigante de moda.

Un «emprendedor», como se diría ahora, que sin embargo no estaba dispuesto a ponérselo fácil a su hija menor, que acababa de graduarse en International Businness en la Regent University de Londres y pedía una oportunidad en la empresa paterna.

Deseo concedido, en 2003 Marta se estrenó en Inditex como dependienta, concretamente en una tienda de la compañía del barrio londinense de Chelsea. Allí entraba a las 7.30 horas, recibía y organizaba la mercancía, y atendía a los clientes. Todo ello con un doble objetivo: que «la niña» supiese lo que era currar desde abajo, y que conociese los entresijos de la organización empresarial.

Durante los años siguientes pasó por las sedes de París y Shangai así como por diferentes secciones de la empresa hasta recalar en el departamento de desarrollo de producto y diseño de Zara, en la sede matriz de Arteixo, donde comenzó a forjarse su leyenda.

En agosto de 2021 sonaron las alarmas cuando en una entrevista a ‘The Wall Street Journal’, la primera concedida a un medio, Marta declaraba: «Siempre estaré donde la empresa más me necesite», como una premonición de lo que estaba por venir. Sólo unos meses después, a finales de noviembre, Inditex comunicaba el nombramiento de Marta como presidenta del grupo.

Marta asumió el cargo en abril de 2022 y justo un año después, Inditex presentó unas cuentas que pulverizaron récords.

Ahora, cuando ‘los números’ le siguen sonriendo, nadie duda ya de que la heredera seguirá siendo el ‘arma secreta’ -como se refirió a ella el rotativo neoyorquino- capaz de guiar al gigante de la moda en la era de la globalización. Y todo ello, sin olvidar ese arraigo familiar, que aún se vive cada día en Arteixo.

Allí acude Marta a diario, al igual que hacía su padre, que aún se deja caer por ahí, y con el que habla a diario. De él afirma «sabe sacar lo mejor de cada gente» y sus lecciones siguen teniendo un gran peso dentro de la compañía. Aunque la empresaria es consciente también de que «se trata de una generación diferente y de una época distinta».

Nadie dudaba de la apuesta de la nueva presidenta hacia la sostenibilidad, pero su gesta pasa también por un nuevo modelo de tienda, un empujón al diseño de autor o experimentos como el de los vaqueros talla grande.

Todo resuelto con gran éxito, algo que Marta afirma que no es gratuito y que ella misma atribuyó, en una de sus entrevistas, «al enfoque en los pequeños detalles» y a «la capacidad de reaccionar a la demanda del consumidor al momento», una lección de ‘bussiness’ de la que acaba de ser considerada la persona más poderosa del mundo de la moda.

Y si en lo laboral la vida le sonríe, en lo familiar tampoco le puede ir mejor. Tras un primer matrimonio fallido con el jinete Sergio Álvarez, padre de su hijo Amancio, la empresaria ha encontrado la estabilidad con Carlos Torretta, hijo del famoso diseñador Alberto Torretta, y quien en 2019 pasó a integrar la plantilla de Inditex, dentro del departamento de comunicación.

LIDERAZGO RENOVADO. Marta asumió el cargo de presidenta de Inditex en abril de 2022 y justo un año después, el grupo presentó unas cuentas que pulverizaron récords. SOSTENIBILIDAD. Nadie dudaba de la apuesta de la nueva presidenta hacia la sostenibilidad, pero su gesta pasa también por un nuevo modelo de tienda, un empujón al diseño de autor o experimentos como el de los vaqueros talla grande. INTUICIÓN Y MUCHO TRABAJO. «Me guío por las sensaciones», dijo en una de las tan sólo dos entrevistas que ha concedido en su vida, aunque no quita mérito al equipo que la rodea.