La Semana de la Moda se convierte en el confesionario de las celebridades
Tamara Falcó, Carlo Costanzia y Luis Fonsi apoyan a las firmas españolas en la primera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week
¿Duermen separados Tamara Falcó y su marido, Iñigo Onieva? "Es imposible en nuestro piso porque solo hay una cama", respondió la socialité a la pregunta que se formulaban desde hace semanas en las tertulias televisivas del mundo del corazón. Añadió que nunca ha mandado a su cónyuge "al sofá a dormir" ante un enjambre de micrófonos minutos antes del desfile de Pedro del Hierro, firma que levantó la persiana de la 79 edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
La socialité, muy parlanchina y sonriente, se siente acosada en la calle pero no en el 'photocall' de una de las firmas para las que trabaja, lugar que cada edición usa a modo de confesionario. Incluso no tuvo reparos en contestar a algo tan íntimo como si se plantea la fecundación in vitro para cumplir su sueño de ser madre. "Cada caso es particular y lo tienes que ver con tu director espiritual. Es mi teoría, no soy teóloga, pero dentro de la fecundación in vitro al principio se han hecho muchas barbaridades. No en España, porque yo lo hablé con mi ginecólogo, pero muchos de los embriones fecundados se dejaban congelados y luego se descartaban o se utilizaban para hacer experimentos. Ahora de hecho existe un movimiento donde tú adoptas un embrión fecundado que la gente descarta. Y es muy bonito", comentó antes de sentarse en la primera fila de un desfile en el que se mostraron cuatro de sus nuevos diseños.
Dos asientos a la derecha de la marquesa de Griñón se situó Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno. Algo más alejados estuvieron el profesor de 'La casa de papel', Álvaro Morte, el cocinero Paco Roncero y el actor Marc Clotet. A ellos se sumaron 'influencers' como Tomás Páramo, María G. de Jaime, Marta Pombo y Grace y Melissa Villarreal.
Todos ellos pudieron disfrutar del despliegue montado por los diseñadores creativos de la casa, Nacho Aguayo y Álex Miralles, que presumieron de maestría en la confección de prendas de exterior y vestidos que a buen seguro se verán en las próximas alfombras rojas. No en vano su firma está cosida en muchos de los vestidos que se vieron en los Premios Goya, entre ellos la espectacular pieza amarilla que llevó Sara Sálamo combinada con unas zapatillas Converse de plataforma.
Estreno Acromatyx tuvo su propia alfombra roja en su estreno en la pasarela madrileña, en la que contaron con el apoyo de los actores Pepón Nieto, María León, Miren Ibarguren y Unax Ugalde, a los que se sumaron la Terremoto de Alcorcón y la exmodelo Laura Ponte. Una primera fila que cambió por completo para la presentación de la veterana Simorra, que cambió intérpretes por 'influencers' de la talla de Marta Lozano, Teresa Andrés Gonzalvo, Anita Matamoros o Gemma Pinto, pareja de Marc Márquez.
El revuelo llegó con Mans, la firma que se alzó con el galardón a la mejor colección en la pasada edición. A su desfile acudió el personaje del momento, Carlo Costanzia. El polémico hijo de Mar Flores jugó al despiste con la prensa, dejando en el aire qué tipo de relación mantiene con Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos, echando mano del típico "ni confirmo, ni desmiento". El actor de 'Toy Boy' se mostró encantado con el revuelo mediático y disfrutó de la excelente costura de la marca de Jaime Álvarez rodeado de amigos.
Costanzia tuvo el detalle de llegar en hora, porque Luis Fonsi entró al desfile de Claro Couture con treinta minutos de retraso. El cantante acudió a ver desfilar a su mujer, Águeda López, que compartió tarima con Marta López Álamo, esposa de Kiko Matamoros. Un casting que no pudo superar al de Pablo Erroz. El diseñador contó con María Bas, cantante de Nebulossa, que representará a España en Eurovisión con 'Zorra'. La valenciana estuvo acompañada por Andrés García-Carro, un modelo de 92 años que acaba de llegar de la Semana de la Moda de París. El gallego ha sido imagen de Saint Laurent, Dior, Cartier, Louis Vuitton y Zara, la marca de su amigo Amancio Ortega.
Agatha Ruiz de la Prada no necesita a nadie como escaparate teniéndose a ella misma. Atrás quedaron los años en los tiraba de agenda y enfundaba en uno de sus originales trajes a otros rostros populares. En las últimas semanas ha sido criticada por su breve participación en el concurso televisivo 'Bailando con las estrellas'. La aristócrata aprovechó la polémica para cerrar su desfile con un baile. Quizá se lo dedicó a Carmen Lomana, que aseguró que "verla bailar era ver a Lina Morgan en su comicidad".