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Redescubriendo a Amparo Muñoz, la mujer que se negó a ser una marioneta

Del ascenso al olimpo de la belleza con el título de Miss Universo, al infierno de las drogas y la enfermedad

Foto de archivo del 22 de julio de 1974 de la modelo Amparo Muñoz (c) en el momento de ser coronada.
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EFE

Publicado por
León

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"Creo que los concursos de belleza sirven para manipular a la mujer y su personalidad". Son palabras de Amparo Muñoz, la mujer que decidió renunciar al título de Miss Universo solo seis meses después de ser nombrada como la más bella del planeta. Unas palabras que permiten intuir el carácter de esta malagueña que después de ascender al olimpo de la belleza descendió al infierno de las drogas, los amores tóxicos y la enfermedad. La vida de Amparo Muñoz se apagó el 27 de febrero de 2011, con solo 56 años, pero su huella permaneció y el documental emitido este fin de semana en La 1 de TVE, 'La mujer que dijo no', reivindica a esta modelo que se negó a se una marioneta en manos de la organización del certamen global.

Su historia comenzó el 21 de junio de 1954, en Vélez Málaga, donde nació. Aspiraba a convertirse en secretaria y formar una familia, pero el destino le tenía preparado un futuro bien diferente. Ya en el instituto, sus compañeros de Bachillerato la nombraron la más bella de su curso y se proclamó Miss Arroyo de Los Ángeles en 1970. Aunque ella siguió con su propósito y comenzó a trabajar como secretaria en una empresa de publicidad, su imponente belleza marcaría su vida. A través de su trabajo de secretaria entabló relación con el director del diario 'Sur', donde acudía a poner anuncios, y fue él quien la animó a presentarse al concurso de Miss Costa del Sol. La joven Amparo se alzó con la corona para convertirse unas semanas después en Miss España 1973. Un año más tarde viajó a Manila, donde participó en Miss Universo y se convertió en la primera española que lograba el título de la mujer más bella del mundo. Amenazas Despegaba así la fulgurante carrera de la malagueña que se mudó a Nueva York. Sin embargo, solo seis meses después de ser coronada, renunció al título y a todo lo que conllevaba. Una decisión por la que perdió dinero por incumplimiento de contrato y por la que recibió incluso amenazas. Pero quedarse habría sido peor. El documental relata el aislamiento, las condiciones draconianas y la manipulación a la que se vio sometida la modelo mientras fue Miss Universo. Una situación que le provocó desmayos, insomnio, ansiedad y depresión. La propia protagonista relató a su biógrafo, Miguel Fernández, que los médicos le habían recomendado una cura de sueño que no le permitieron hacer. Dejó entonces su vida en la Gran Manzana y regresó a España donde se dedicó al cine, que fue su gran pasión. En un momento del documental en el que le preguntan: "Has sido la mujer más guapa del mundo, ¿qué más quieres?", ella responde rotunda: "Que se me valore por mi profesión". Trabajó para directores como Eloy de la Iglesia, Vicente Aranda o Carlos Saura, pero su vida personal eclipsó a la profesional y poco a poco se fue alejando del cine. Las portadas publicaban sus amores y desamores, su figura se ligó a la tragedia y se llegó incluso a publicar que tenía sida en una época en la que la enfermedad suponía una estigmatización directa. Años después, en 1996, Fernando León de Aranoa la recuperaba para su primer largometraje como director, 'La Familia', junto a Juan Luis Galiardo y Elena Anaya. Un hombre bueno Tras proclamarse Miss Universo y regresar a España, comenzó su relación con Máximo Valverde. Un noviazgo que duró unos tres años. "Es la mujer que más he querido en mi vida. La que más feliz me hizo y la que más me hizo sufrir", recordaba el actor en declaraciones a 'Mujer hoy' el pasado verano. Tras él vivió un tormentoso amor con Patxi Andión. Rodaron juntos 'La otra alcoba', una película con escenas de pasión que terminando yendo más allá del set de rodaje. Tres meses después de conocerse se casaron en la ermita de Nuestra Señora de Andión en Navarra. El matrimonio no duró mucho más y tras año y medio se separaban. Las discusiones eran una constante en la pareja y Amparo contó que fue quien le había "cortado las alas" creándole inseguridades y calificándola como "mala actriz".

Llegó entonces a su vida el productor Elías Querejeta, con quien compartió dos años de su vida. Él luchó por ayudarla a salir de la droga y aunque su amor se rompió, él siguió siendo su amigo a lo largo de los años. No en vano, cuando en 2003 diagnosticaron a Amparo el tumor cerebral y la malformación que terminó con su vida unos años después, atravesó graves problemas de salud durante los que la actriz notó grandes ausencias. "Casi nadie se acordó de venir a visitarme", relató. "De los hombres con los que tuve una relación más o menos estable, únicamente se interesó por mí Elías Querejeta", dijo.

Su romance se rompió cuando ella se enamoró del mexicano Tomas Farkas, al que conoció rodando 'El tahúr'. Tampoco duró mucho esta historia, interrumpida por un 'affair' con un piloto de quien quedó embarazada. Un embarazo que decidió interrumpir.

Su segundo matrimonio fue con el anticuario chileno Flavio Labarca, con quien se casó en Bali en 1983. Solo duró un año, pero no hubo que hacer trámites de separación ya que no tenía validez legal. Y como no hay dos sin tres, la tercera boda llegó en 1991, con Víctor Rubio, un hombre que no pertenecía al mundo del espectáculo con quien estuvo hasta 1994. Antes había mantenido breves romances con Antonio Flores o José Coronado. Años después, Amparo diría: "Yo solo quería un hombre bueno"