Harry solo recibe el cariño de los Spencer en su vuelta a casa
Un portavoz de Carlos III anuncia que el rey no se verá en Reino Unido con su hijo "debido a la agenda completa de su majestad"
El duque de Sussex ha viajado a Reino Unido con motivo del décimo aniversario de los juegos Invictus, una competición para veteranos y heridos de guerra de diferentes fuerzas armadas del mundo, que él mismo fundó en 2014. Lo ha hecho solo, sin la compañía de su esposa, Meghan Markle, ni de sus hijos, Archie y Lilibet. Una soledad que se ha visto acrecentada por la imposibilidad de ver a su padre, Carlos III. Y es que, nada más aterrizar en su tierra natal, su portavoz emitía un comunicado que rezaba: "En respuesta a las continuas especulaciones sobre si el duque de Sussex se encontrará con su padre durante su estancia en el Reino Unido esta semana, lamentablemente no será posible debido a la agenda completa del programa de su majestad". "El duque entiende los compromisos y las prioridades que tiene su padre en su diario y espera que puedan verse pronto", añadía.
Pero además de argumentar que estaba muy ocupado para poder ver a su hijo, el monarca anunció su intención de nombrar al príncipe Guillermo coronel en jefe de la Real Fuerza Aérea, el mismo al que perteneció Harry durante su estancia en Afganistán. El príncipe de Gales tomará posesión la semana que viene del nuevo título que estaba destinado para su hermano y que ya no podrá ostentar como consecuencia de su renuncia a formar parte de la realeza.
A pesar de eso, Harry mantenía la sonrisa al asistir al servicio de Acción de Gracias celebrado en la catedral de San Pablo este miércoles. Allí era arropado por la familia de su madre. Los hermanos de Diana de Gales, el conde Charles Spencer, lady Sarah McCorquodale y lady Jane Fellowes, quisieron estar al lado de su sobrino en ese día tan especial en el que el duque era el encargado de dar el discurso inaugural.
Mientras tanto, Carlos III presidía la primera 'garden party' (fiesta de jardín) del año en el palacio de Buckingham, a pocos kilómetros de donde se encontraba su hijo. Una cita a la que asistió gran parte de la familia Windsor, a excepción de los príncipes de Gales, y donde el monarca era recibido con un aplauso espontáneo de todos los presentes.