‘Tenniscore’ la nueva tendencia
Desde el 2020, la moda deportiva se consolida como fondo de armario, y dentro de sus múltiples posibilidades, destaca la estética de una disciplina en concreto, el tenis bajo la etiqueta ‘tenniscore’, que más allá de ser una forma de combinar prendas, se ha convertido en una propuesta por parte de grandes firmas y marcas
Dentro de ir ligado al mundo deportivo, es una estética más refinada, a la que se suman, en general, aquellos que les suele costar vestir la moda `athleisure´», explica el estilista Rafael Gallardo sobre este tipo de tendencia.
Lacoste, Marine Serre, Louis Vuitton o Christian Dior son solo algunas de las firmas que introducen en pasarela motivos estéticos del mundo del tenis como polos, faldas tableadas y deportivas blancas entre sus propuestas para vestir en el día a día.
No todas las tendencias se asientan desde la pasarela, y suelen ser las famosas y prescriptoras de moda las responsables de ponerlas de moda. Zendaya, Rosalía, las hermanas Bella y Gigi Hadid o Hailey Bieber se han convertido en abanderadas de esta tendencia cómoda y con un toque de feminidad para el día a día.
Aunque en su origen llevar las piernas al aire para jugar al tenis tiene un objetivo más funcional que estético, el de no entorpecer la velocidad al correr para golpear la pelota, este atributo es uno de los más significativos de esta estética.
«Sin pretenderlo, llevar las piernas al aire de un toque que nos recuerda al ‘coquette’, muy femenino y con un toque naíf», explica Gallardo sobre esta tendencia, que «veremos mucho estos meses en los que comienza a llegar el calor», apunta.
Tanto vestidos como faldas minis se despegan del cuerpo con silueta evasé para dar así movilidad, algo que se consigue mediante el patrón de tablas, pequeños pliegues que aportan vuelo a la falda o el vestido y que «favorecen al afinar ópticamente la cintura al generar un contraste».
También aparece, en los estilismos más arriesgados, la silueta del ‘microshort’, impulsado desde hace varios años por la firma Miu Miu y que, a medio camino entre un culotte y un pantalón corto en tejidos de punto, deja completamente las piernas al aire, casi a ras de las ingles.
La vuelta del polo
Es una de las prendas ligadas al deporte que mejor han sabido colarse en el armario del día a día desde los ochenta. Y aunque el furor por los polos va y viene, nunca abandonan del todo las tendencias. «El secreto de su éxito es que siempre queda bien, tiene más personalidad que una camiseta y menos seriedad que una camisa».
Para esta tendencia, el polo se reformula en versiones «crop» que dejan la tripa al descubierto, en especial, en conjuntos de dos piezas en los que falda y parte de arriba van conjuntados. «Es una forma de reinventar la prenda y darle un aire divertido y desenfadado», añade.
También aparece, en contrapunto, el modelo en versiones XL y de manga larga, conjuntado con faldas minis que casi cubre por completo. «Esta silueta es muy noventera, un tamaño exagerado que deja al aire las prendas para contrastar el aire desaliñado y el más sexy», resume el estilista.
«La prenda funciona por sí sola ligada al ‘tenniscore’, por ejemplo, conjuntada con unos vaqueros rectos desgastados, una gorra y unas deportivas blancas», explica el estilista sobre la que indica puede ser «la primera prenda que adquirir si se quiere empezar a llevar esta tendencia fuera de sentirla como un disfraz».
Blancos y colores claros
Lejos de gamas oscuras, el blanco es protagonista rotundo de esta tendencia, así como las tonalidades claras que en ocasiones aparecen ribeteadas por rayas coloridas dibujando la silueta de las mangas. Un código estético que también es funcional, pensado para no absorber el calor al jugar al aire libre.
«La ropa de tenis es veraniega por naturaleza, y el tipo de siluetas en colores claros la hacen aún más distintiva, además de favorecedora en los meses de verano», explica el estilista sobre estos conjuntos, «perfectos para el verano» y que comienzan a utilizarse en cualquier código o evento.
FALDAS Y VESTIDOS MINI. Aunque en su origen llevar las piernas al aire para jugar al tenis tiene un objetivo más funcional que estético, el de no entorpecer la velocidad al correr para golpear la pelota, este atributo es uno de los más significativos de esta estética. LA VUELTA DEL POLO. Es una de las prendas ligadas al deporte que mejor han sabido colarse en el armario del día a día desde los ochenta. Y aunque el furor por los polos va y viene, nunca abandonan del todo las tendencias. «El secreto de su éxito es que siempre queda bien, tiene más personalidad que una camiseta y menos seriedad que una camisa».