Kate Middleton quiere espaciar sus apariciones públicas
Kate Middleton ha comenzado a hacer sus primeras apariciones públicas tras el tratamiento de quimioterapia. Aunque la recuperación no está completada, poco a poco irá incorporándose al trabajo y recuperando su papel institucional. Un desempeño que, sin embargo, va a ser algo diferente a lo acostumbrado ya que, según Robert Jobson, autor del libro 'Catalina, princesa de Gales', la esposa del príncipe Guillermo seguirá la máxima de "menos es más" en sus compromisos oficiales. "En lugar de viajar por todo el país todo el tiempo, como solía hacer, creo que se concentrará en eventos más impactantes", explicó a la revista Hello! "Si se sale con la suya, regresará por etapas y hará cosas que son importantes para ella porque no quiere volver a enfermar, pero también, me han dicho, porque ahora tiene una perspectiva diferente", subrayó Jobson. Cabe esperar el apoyo de la Corona a esta decisión, ya que "probablemente se den cuenta de que si se muestra mucho algo todo el tiempo se reduce su impacto". "Siendo Kate la principal estrella femenina de la familia real, en realidad puede tener un mayor impacto si se la ve menos", reflexionó el escritor.
Robert Jobson también reveló que la princesa de Gales ha vuelto a hacer actividad física, un claro signo de la mejoría en su estado anímico y de salud. "Por lo que tengo entendido, Kate se encuentra muy bien. Ha vuelto a entrenar en el gimnasio y está haciendo todas las cosas que quería hacer", detalló. Igualmente, está ya valorando la posibilidad de programar su primer viaje al extranjero, algo que ya ha hecho el rey Carlos III, también en tratamiento oncológico, con su reciente periplo por Oceanía. "Creo que empezaremos a verla mucho más y que seguirá cumpliendo compromisos", añadió.
Fervor religioso Pero la agenda de Kate no es lo único que ha cambiado. Tras su diagnóstico de cáncer, la princesa se ha refugiado en la fe, asegura el biógrafo real Robert Hardman en su último libro, donde apunta que "se muestra más interesada" en todo lo relativo a la religión, algo que le une a su suegro, ferviente devoto anglicano.
El 22 de octubre los príncipes de Gales asistieron a misa en la iglesia de Crathie Kirk, en Balmoral (Escocia). Aunque el heredero acompañó a su esposa al templo, no comparte con ella su interés religioso. De hecho, "rechaza ciertos aspectos del ceremonial", explico Hardman. "En los círculos reales, no es ningún secreto que Guillermo no comparte el sentido espiritual del rey, y mucho menos la inquebrantable devoción de la difunta reina a la Iglesia", afirmó el escritor y analista real al Daily Mail.