Cambio de cara: el antes y el después de los perros adoptados
Así cambian los perros y gatos que han sido rescatados y adoptados en León
Es su segunda oportunidad. La decisiva. Llegan a menudo con experiencias traumáticas, miedo, heridas, falta de cuidado, parásitos y el corazón roto. Muchos han dejado de fiarse de los humanos. Se han perdido o han sido abandonados por su familia. Han vivido en la calle y sobrevivido en un ambiente hostil, lleno de peligros para ellos.
Cuando llegan a la protectora no son ni la sombra de lo que fueron. Allí reciben los primeros cuidados, de salud y alimento, y también bálsamo para sus almas. Quizá las primeras palabras amables en mucho tiempo y una caricia. Es el comienzo de una nueva vida.
Sólo en la Protectora de Animales de León gestionan la vida de 271 animales (203 perros, 67 gatos y 1 conejo). En 2022 eran 551 (401 perros y 150 gatos). Encontrar un hogar para ellos es la prioridad de las protectoras. Una nueva familia de elección para transformar su vida. Bastan una horas para apreciar el cambio. Se ve en sus caras.
Este es el antes y el después de perros y gatos que han sido rescatados y adoptados en León.
El dueño de Raska la dejó atada antes de arrojarse al río. El joven tenía en su casa seis perros más, que fueron rescatados por la Policía Local y recogidos en la Protectora de León. Tenía apenas 1 año. Un cachorro que conectó con otro, este humano. El crío llegó a la protectora con sus padres en busca de un perro para adoptar. No hubo opción, era Raska. Son inseparables.
A Kala la encontraron con sus cinco cachorros en un descampado de San Andrés. Más que miedo tenía pánico. Y parásitos. Y mucha edad, demasiada para tener más cachorros y seguir en la calle. La adoptó una de las voluntarias de la Protectora. Vive en una casa con patio, niños y perros.
Brigitte llegó junto con su hermana la Yosa, la perrera de Castilla y León. Su hermana tuvo más suerte y fue adoptada enseguida. Brigitte se quedó sola en el chenil. Las voluntarias de Una nueva vida Valladolid pidieron ayuda urgente para ella. Vive acogida en una protectora de Palencia.
Vito llegó a la Protectora de León tan asustado que apenas levantaba la cabeza del suelo. Tenía tanto miedo que se arrastraba por el suelo. Su suerte llegó en forma de una nueva familia. Estaba allí mismo, en la Protectora. Porque Vito se fue acogido por una voluntaria, que finalmente lo ha adoptado, algo que es muy habitual.
Asia fue la primera perra que llegó a la Protectora Piedras Blancas de Laciana. «Se nos rompía el alma», recuerdan las voluntarias. «Tenía tanto miedo que se hacía pis continuamente. Ni comía», cuentan. Hasta que apareció su nueva familia. «Ahí está, con el hueso en la boca», dicen.
Apareció tirada en una carretera de León hace apenas una semana. Aterida de frío, calada hasta los huesos después de tanta tormenta. Se subió ella sola al cosa. La misma tarde que la rescataron encontró familia.
Otto estaba condenado a vivir encerrado en la Yosa, el lugar donde van los perros de la provincia que no tienen la suerte de encontrar una familia o un hueco en una protectora. Triste y sin estímulos hasta que apareció su nueva familia. Ahora da largos paseos por el campo.
Galán llegó a la Protectora de León asustado y desconfiado. Durante su acogida, se escapó. Hubo que organizar para él un segundo rescate. Para entonces, ya había perdido su ojo izquierdo. Pero la vida le tenía reservada otra oportunidad más. Tiene una familia que es también gatuna.
El cambio de cara, el antes y después de una adopción no es exclusivo de los perros que encuentra una nueva familia. Es evidente en la actitud del gato de Ángel. Salió de la Protectora de Animales y Plantas de León agitado. Ahora duerme plácidamente en su nueva casa.
Paz le pusieron en la Protectora Piedras Blancas de Laciana. Tal vez porque, pese a todo lo que ha pasado, es una perra tranquila a la que le gusta, sobre todo, pasear. La encontraron vagando por Villablino una tarde de invierno. Nadie sabe qué le pasó, sólo que un día, de la noche a la mañana, la dejaron tirada en la calle. Tiene un año y tres meses, es de color canela, tamaño pequeño y, además de su pasión por los paseos, tiene tanta alegría que lo demuestra dando saltos. Quizá por eso se convirtió en el ‘cangurito’ de la protectora. Ahora vive en la Virgen del Camino, con una familia. "No pudo tener más suerte, terminamos llorando de la felicidad", cuentan las voluntarias de la protectora.
A Yoda lo abandonaron en Leitariegos muerto de hambre, con heridas en la cabeza y el cuerpo. Desconfiaba tanto que al principio no salía del chenil de la Protectora Piedras Blancas de Laciana. Ahora vive en la Cepeda, en una casa con jardín y una familia que le da cariño.
Llevaba dos años y medio atado a una cadena. Marley estaba encerrado en una nave, casi sin contacto con nadie, solo y atemorizado. Ahora disfruta de la vida y de una nueva familia.
La cara de Tequila lo dice todo. El antes, al llegar a la Protectora de León, y el después, en casa con su nueva familia. Como en tantas ocasiones, lo ha adoptada una voluntaria de la Protectora.
Percy es otro de los perros extremadamente tristes de la Yosa. «Le ha cambiado la expresión de la cara. Es encantador, un perro increíblemente bueno que necesita una familia tan buena como él porque no se merece menos», dicen las voluntarias que acuden a la perrera de la Comunidad, que está en Simancas. «Necesitamos ayuda urgente para él», añaden. «Es Percy con ‘p’ de perfecto», añaden. Ha tenido suerte y encontrado un lugar de estancia en Propatas Protectora de Animales.
Ada estaba en los huesos, con su hija encerrada en una protectora del sur. Once años y con pocas esperanzas de cambiar de vida. Pero tuvo suerte. Encontró familia en León. Apenas dos meses después de llegar adoptada ya estaba así, como en la segunda fotografía.
Cómo adoptar
A través de alguna de las protectoras que hay en la provincia de León. Ellas te ayudarán en el proceso y facilitan todo el papeleo
Formas de adopción:
- Adopción plena : el perro pasa a nombre de su nueva familia
- Acogida: mientras se encuentra a una nueva familia. Generalmente para cachorros, para que no estén expuestos a problemas de salud en la protectoras
- Acogida permanente: para perros ancianos. Una familia con la que vivir los últimos años de su vida aunque el perro sigue estando a nombre de la protectora, que se hace cargo de los gastos veterinarios y, si fuera necesario, de su alimentación. «Es la más importante para nosotros», dicen en la Asociación Protectora de Animales y Plantas de León
- Acogida para casos especiales: la protectora da un margen para ver si el perro se adapta a la nueva
familia. Sólo en situaciones muy especiales y a decisión de la protectora
Qué hay que hacer en casa
1- Preparar la casa antes de que llegue el perro adoptado. Tener para él un rincón con una manta, un juguete y una pequeña cama o colchón. Busca un lugar silencioso, donde se sienta protegido pero a la vez donde pueda ver al resto de la familia
2- No dejarlo a vivir apartado y solo en el jardín o una finca. Es importante que se sienta miembro de esa ‘manada humana’
3- Respetar sus tiempos. Un perros adoptado tarda una media de dos meses en adaptarse a su nueva situación, pero cada animal es un mundo
4- Lo más importante: PACIENCIA
Tómate las cosas con calma. Y recuerda que los perros siempre aprenden, independientemente de si son cachorros o ya adultos. Se les puede educar, sólo se necesita tiempo, perseverancia y tranquilidad
285.000 perros y gatos son recogidos cada año por protectoras en todo el país. En León, hasta mayo la Protectora de la ciudad gestionaba la vida de 271 animales
Fuente: ‘Él nunca lo haría 2022’ Fundación Affinity y Protectora de Animales de León.