Canela y sus nonillizos dicen adiós a Babia y Laciana
- La Protectora Piedras Blancas se ha convertido en el San Antón de Laciana y Babia. La asociación ha rescatado unos 90 perros en menos de dos años de vida y ha entregado en adopción a 64 en distintas provincias e incluso Francia. Los diez últimos son una familia de careas, los nonillizos y su madre, cuyo dueño falleció
La Protectora Piedras Blancas se ha convertido en el San Antón de Laciana y Babia. La asociación ha rescatado unos 90 perros en menos de dos años de vida y ha entregado en adopción a 64 en distintas provincias e incluso Francia. Los diez últimos son una familia de careas, los nonillizos y su madre, cuyo dueño falleció.
La historia de Canela y sus cachorros de carea mestizos es un cuento triste con final feliz. Esta familia canina , junto con una carea, un collie y un gato se quedaron huérfanos. Su dueño falleció en Torrebarrio el 16 de diciembre antes de que los cachorros nacieran. «No sabemos en qué fecha fue el parto, sí que fue después de que el hombre muriera, así que les hemos inscrito el 24 de diciembre», explican Choni Pardo Llaneza y Mery Monterde Durán, responsables de la Protectora Piedras Blancas de Villablino.
El alcalde de San Emiliano, David Marcello, dio la voz de la alarma a la protectora. Se ocupó personalmente de recogerlos y organizar su traslado a Villablino. La Protectora los acogió a pesar de que las instalaciones no reúnen las condiciones más adecuadas para afrontar el invierno, en una zona que es especialmente fría, junto al pantano de Las Rozas. Dos semanas después toda la familia ya tienen hogar. Todos han salido o están en proceso de hacerlo de la comarca.
Sariegos, León (dos cachorros), Nava (Asturias) (un cachorro y la madre), Navarra, Toledo, Sitges y Madrid son los lugares en los que crecerán. La respuesta a la llamada de adopción o acogida el pasado jueves 11 de enero en esta sección de Mascotas de Diario de León ha sido abrumadora.
Muchos de los perros abandonados en Laciana y Babia son mastines. «Si no valen para el trabajo los abandonan»
«Estamos muy contentas porque se van todos a casa con terreno», señalan las dos almas de la protectora lacianiega. Ya solo quedan cuatro y la madre pendientes de ser recogidos por sus familias adoptivas. Choni y Mery respiran más tranquilas después de días de dedicación intensa, aunque los cachorros se lo han puesto fácil. «No se hacen ni pis ni caca en la cama. Se suben y lo hacen fuera», comentan.
La madre, Canela, los ha amamantado y los últimos que quedan ya comen pienso molido para pasar a la nueva alimentación. El collie también ha encontrado familia en Madrid y el gato se ha quedado en Torrebarrio con Álvaro Sánchez, que también colaboró en el rescate, y se ha convertido en un nuevo socio y colaborador de la Protectora.
El caso de la Canela y sus nueve cachorros desbordó todas las expectativas de la Protectora, pero no es el único. Desde que la nueva asociación decidió retomar la labor de tutela a los perros en Laciana han rescatado del abandono o de los malos tratos a unos 90 perros y ya llevan adopciones «con seguimiento y contrato».
«Nos envían un correo o nos llaman, les enviamos un cuestionario de ocho páginas y si lo pasan tienen que venir a hacer una entrevista», explican. «La gente que pasa el cuestionario y está dispuesta a venir aquí es que de verdad quiere un perro», añaden.
Los nonillizos y su madre Canela han encontrado nuevo hogar en Sariegos, León, Asturias, Navarra, Sitges, Toledo, Zaragoza
y Madrid
En la Protectora Piedras Blancas, no admiten peticiones de ganaderos ni de cazadores. «Hay muchos cazadores buenos y muchos ganaderos buenos, pero queremos evitar cualquier problema», apostillan.
Muchos de los perros abandonados en la comarca son mastines. «Si no valen para el trabajo los abandonan», apunta. La nobleza de esta raza y el prestigio que tienen también son una ayuda en la adopción. Mery y Choni mencionan el caso de una mastina perdida que llegó preñada y parió seis cachorros el pasado verano. «Todos están adoptados, excepto uno, Bartolo, que pensamos que no lo ha llevado nadie porque siempre estaba dormido y por eso le pusimos Bartolo, está todo el día a la ‘bartola’», cuentan. Esta familia se fue a Menorca, Navarra, Castellón y Zaragoza. «Los de Menorca viajaron en primera clase y tienen una cala al lado de casa», comentan. Veraneantes de la zona o personas que ven los anuncios en redes se interesan por los perros de Laciana.
La Asociación Protectora Piedras Blancas se fundó en 2022 para dar respuesta al vacío creado tras la ‘desaparición’ de la anterior protectora, Apal, cuya última directiva dejó las instalaciones municipales prácticamente desmanteladas.
Choni Pardo empezó como voluntaria hace más de veinte años y llegó a ser la presidenta, hasta que «me cesaron y me desvinculé». Después de muchos trámites, lograron legalizar la nueva asociación Protectora Piedras Blancas, una variación del topónimo de la zona, Piedra Aguda.
«Me gustaban los perrines y me hice socia; al irse el fundador, Álvaro, cogí las riendas. Hacíamos los cheniles y teníamos como verjas somieres, hasta que un día vino alguien de Coto Minero Cantábrico que se interesó en el terreno y nos trasladaron a la actual ubicación». Se construyeron las nuevas instalaciones, que luego fueron desmanteladas. "Me daba pereza implicarme", admite Mery. Ahora es "una terapia mejor que las pastillas". "No hay nadie que me haga tanto bien como los perros. Si me da un bajón vienen y me dan muchísimo cariño", confiesa.
Las dos mujeres, de 68 y 24 años, acuden a diario a las nueve de la mañana a estas instalaciones municipales donde son recogidos los perros abandonados en la comarca. Retiran mantas sucias y colocan las limpias, adecentan los cheniles y dan de comer a los perretes que, por diversas circunstancias, son abandonados o retirados a sus dueños por maltrato animal.
Haga frío o calor, nieve o llueva, como este miércoles, día de San Antón, las dos mujeres se afanan en la labor. Una tarea que, de momento, se sostiene únicamente con las donaciones. «Gente que nos baja pienso y mantas, nos ayuda muchísimo la gerente de la cafetería del Hospital El Bierzo, Ana Carballo, y gente de León», comentan. Además. cuentan con la colaboración del veterinario Iván, de la clínica Animalejos "que nos da todas las facilidades del mundo".
Ahora mismo tienen 20 perros acogidos, sin contar los cuatro cachorros que pronto se irán a sus nuevos hogares.
Están pendientes de que lleguen las 14 tolvas y los sacos de pienso que prometió el Ayuntamiento de Villablino. Pero lo más importante es que se formalice la cesión de las instalaciones a la Protectora Piedras Blancas para «crear un núcleo zoológico y poder acceder a subvenciones». La asociación presentará en los próximos días un escrito para solicitar formalmente este trámite.
También han tenido conversaciones con los alcaldes de San Emiliano y Cabrillanes, los dos municipios de Babia, para que se sumen a un convenio ya que la asociación está prestando el servicio a estos dos municipios, además del de Villablino. «El concejal nos ha dicho que ha hablado de hacer un convenio con estos alcaldes y nos parece muy bien», apostillan.
Dar estos pasos es fundamental para que el albergue canino sea un lugar digno para los animales y las condiciones de su atención también mejoren. La ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales establece en su artículo 22 que «corresponde a los ayuntamientos la recogida de animales extraviados y abandonados y su alojamiento en un centro de protección animal.
Para ello deberán contar con un servicio de urgencia para la recogida y atención veterinaria de estos animales, disponible las veinticuatro horas del día». Esta gestión puede asumirse e directamente por los servicios municipales competentes o por entidades privadas y «siempre que sea posible, en colaboración con entidades de protección animal».