Mascotas y niños trasplantados, riesgos mínimos y previsibles
Aunque no se recomienda tener mascotas los seis primeros meses tras el trasplante, se debe individualizar cada caso, ya que la separación del animal puede suponer un estrés para algunos niños y afectar a su salud
La convivencia de niños trasplantados con una mascota comporta beneficios psicosociales, pero también riesgos potenciales de infecciones que son «mínimos y prevenibles» si se siguen las recomendaciones médicas de higiene y se acude con el animal a las visitas regulares en la clínica veterinaria. Esta es una de las conclusiones de una guía, pionera en el mundo, elaborada en el hospital universitario La Paz y que pone el foco en las familias con niños inmunodeprimidos que tienen mascota, hasta un 46%, y que, sin embargo, mayoritariamente no tienen conciencia sobre la importancia de desparasitar al animal (el 37% no lo hace), visitar al veterinario (el 21% acude una vez al año o menos) y vacunar, el 6% de las mascotas no tenía al día su calendario vacunal.
La guía, presentada este miércoles y elaborada con la colaboración de la Asociación Española de Pediatría y la Fundación Mapfre, se basa en la evidencia científica y en los hallazgos de una investigación realizada sobre tres encuestas: a médicos de la red europea de trasplantes, a 284 familias con niños trasplantados o con inmunmodeficiencia que hacen seguimiento en La Paz y a 500 veterinarios.
«Prejuicios por parte de los médicos» es lo primero que ha llamado la atención de la coordinadora de Pediatría e Inmunodeficiencias de La Paz y líder de la investigación, Ana Méndez, que, en una entrevista con EFE, subraya que las recomendaciones siempre tienen que ser «individualizadas», «ver la situación de la familia, dónde vive, qué animal tiene, si está en el exterior o dentro del hogar y el tipo de trasplante del niño».
Especial cuidado
Méndez explica que las familias tienen que tener especial atención a los primeros seis meses después del trasplante ya que en ese momento las defensas están más bajas y, de manera general, se recomienda no tener mascotas si bien «siempre hay que individualizar».
«No es lo mismo un niño que no tiene un animal en casa y puede esperar seis meses a disfrutar de una mascota, que otro que lo tiene de toda la vida y quitárselo puede suponer estrés emocional y repercutir en su salud», señala esta experta.
Méndez asegura que la mayoría de las infecciones zoonóticas (transmitidas a través de animales) que ha encontrado a lo largo de la investigación son «prevenibles», si bien ahora toca hacer balance de beneficio y riesgo porque hay «mucha influencia de nuestras percepciones y valores personales».
Salmonella por tortugas
Las infecciones más comunes son los parásitos intestinales (especialmente en gatos y perros si la familia no es rigurosa con la alimentación y la higiene) y las dermatofitosis, infecciones de piel por hongos. Otras más raras son la salmonella, que también puede ser trasmitida por tortugas.
Además hay infecciones que pueden preocupar mucho no por ser frecuentes si no por la gravedad. Es el caso de la toxoplasmosis, «la enfermedad por arañazo de gato» o la criptococosis, una enfermedad que se adquiere inhalando las heces contaminadas de los pájaros por limpiar poco la jaula.
Méndez insiste en que estas infecciones se pueden prevenir «limpiando la jaula todos los días, no teniéndola en la cocina donde se preparan los alimentos o en la habitación del niño».
Y es que pese a estos riesgos, los beneficios están demostrados, lo que hay que hacer es dar una información precisa a la familia.
Esta pediatra sostiene que la presencia de mascotas en hogares de niños trasplantados reduce la soledad, la ansiedad y la depresión, aumenta la sociabilidad, el ejercicio físico y promueve un estilo de vida saludable.
Y es que el niño inmunodeprimido suele estar aislado socialmente, no va al colegio o está en una zona aparte del hospital.
Además de la guía, se ha desarrollado una aplicación web ‘Kids&Pets’, fruto de la colaboración de especialistas en infecciosas que trabajan con niños inmunodeprimidos de La Paz, veterinarios del Centro de Investigación en Sanidad Animal, neuropsicólogos y diseñadores gráficos.
En esta página, los niños pueden consultar información gráfica y lúdica, organizar los cuidados de su mascota, programar revisiones y acceder a informaciones basadas en la evidencia científica.
La iniciativa incluye materiales divulgativos como ‘Sara y Pom. Historia de una amistad’, un cuento que explica de manera adaptada al público infantil, cómo estos niños deben relacionarse con sus mascotas para garantizar una convivencia segura y feliz.