Diario de León

La primavera a tu mascota altera

Alergias, parásitos, mosquitos y espigas son algunas de las amenazas para las mascotas en la primavera. La floración aumenta la presencia de garrapatas, pulgas y otros parásitos peligrosos.

Una mujer lee en una zona verde acompañada de su mascota.

Una mujer lee en una zona verde acompañada de su mascota.DL

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Los cambios primaverales también afectan a las mascotas. El aumento de luz y temperatura o la floración no solo impactan en las personas. Los animales también son sensibles a los cambios estacionales.

La primavera activa el ciclo reproductivo de las mascotas, es el momento en que corren más riesgo de sufrir los ataques de parásitos externos, sobre todo pulgas y garrapatas, y cada vez más mascotas son diagnosticadas con alergias.

Gramíneas, robles, álamos... son algunas de las plantas a las que con más frecuencia presentan alergia los perros. Los síntomas son muy parecidos a los que sufren las personas. «Picor en la piel, conjuntivitis o estornudos», comenta la veterinaria Cristina Rodríguez de la Clínica Veterinaria La Palomera. Con frecuencia, «se arrascan y se les cae el pelo», añade.

Las clínicas realizan análisis para averiguar a qué planta es alérgico el perro. A veces también se dan casos de alergia o intolerancia a ciertas comidas, con lo que hay que cambiar la dieta.

«Los perros pueden ser alérgicos a hongos o a las pulgas», explica. Acudir a la consulta veterinaria para informarse de lo que hay que hacer en cada caso es lo mejor.

La floración de la primavera también influye en el aumento de la presencia de insectos, garrapatas o pulgas. Los parásitos externos son el gran peligro estacional. El aumento de la presencia de garrapatas es un hecho al que hay que prestar especial atención para proteger la salud del animal y la de las personas, pues una de las causantes de zoonosis como .

«Lo más importante es prevenir», señala la veterinaria. La garrapata es un parásito que es el vector de transmisión de otros parásitos. La Babesia, un género de protistas parásitos que causan la enfermedad de la babesiosis en animales y seres humanos, y la Ehrlichia canis, una bacteria intracelular parásito obligado, que actúa como el agente causal de la ehrlichiosis, son dos de las más comunes, aunque la que más alarma causa y peligrosidad es la causante del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea Congo que utiliza como huéspedes a una amplia variedad de animales salvajes y domésticos como vacas, ovejas y cabras.

Acudir a la revisión veterinaria y cumplir los protocolos de desparasitación son los mejores consejos para evitar que la mascota pueda ser atacada por estos y otros parásitos.

Los mosquitos son otro de los riesgos de la primavera para los perros. Aunque un perro tiene pelo, esto no lo hace inmune a las picaduras, especialmente en áreas con menos pelaje, como el abdomen, las orejas y el hocico. Para prevenir estos ataques se les puede aplicar repelente de mosquitos y, sobre todo, no salir a la calle en las horas de más actividad de los coleópteros.

Un mosquito es el portador de la Leishamniosis y en esta época del año está mucho más presente en el ambiente. La enfermedad puede ser transmitida tanto a las mascotas, como a las personas. Los síntomas más frecuentes en animales son ser la pérdida de pelo, crecimiento anormal de las uñas, heridas que no terminan de cicatrizar, inflamación de los ojos, atrofia muscular cansancio, adelgazamiento…

Otro problema típico para los perros en la primavera es la espiga, que frecuentemente se introduce en el oído o causar heridas entre los dedos de los animales. Para prevenir el impacto de la espiga, hay que «evitar zonas peligrosas».

En este sentido, «es muy importante» que las zonas de expansión canina que hay en la ciudad estén debidamente segadas. «Las ZEC deben tener también agua, sombra y bancos para sentarse», añade la responsable de la Clínica Veterinaria La Palomera.

Unas condiciones que no reúnen todas las ZEC, sobre todo las que son más antiguas, que además carecen de vallado. «A veces vemos a personas mayores con sus mascotas que no tienen ni donde sentarse o personas que se sientan en el césped, donde previamente ha podido hacer pis un perro», apunta.

El impacto de la primavera en el ciclo reproductivo afecta tanto a perros como a gatos y otras especies animales. Esto se traduce en cambios hormonales. Una de las consecuencias es la caída del pelo que sufren muchos perros y gatos, ya que en este momento del año es cuando mudan el pelo del invierno al de verano, dejando un manto más fino. Se recomienda un cepillado diario con un peine adecuado al pelaje de la mascota. De esta forma se evitará que la caída del pelo se convierta también en un problema de higiene doméstica.

El impacto psicológico de la primavera en los animales tampoco es desdeñable. Los perros son especialmente sensibles al calor y el aumento de la temperatura les puede volver más apáticos. Su metabolismo se hace más lento y pueden tener más apetito. Importante, como siempre, que estén bien hidratados, en casa y en la calle.

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